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El Real Madrid y el Barcelona volvían a llamar la atención de todos los aficionados al fútbol con una nueva final, esta vez de la Supercopa de España. Ambos equipos habían sufrido mucho para llegar hasta ahí ya que tuvieron que pasar por la tanda de penaltis en las semifinales para poder luchar por el título. El equipo de Xavi, que seguía siendo líder en la liga, tenía la oportunidad de darle un gran golpe a su máximo competidor.
El Barcelona salió al campo mucho mejor estructurado que el Real Madrid y, pese a que la posesión era algo que parecía evidente a favor de los culés, la superioridad fue aún más grande. Los hombres de Ancelotti apenas tuvieron ocasiones claras de poner un gol en su casillero y fue el Barcelona el que estrenó el marcador con un gol de Gavi. Las preocupaciones se multiplicaban en un Real Madrid que no era capaz de encontrar a Kroos y a Modric.
Eso llevó a una caos mayor en la estructura blanca, que se vio obligada a probar algo distinto para empatar. Pero Lewandowski, justo antes del descanso, puso el 0-2 en el electrónico. Y si la primera parte fue un símbolo de superioridad, la segunda dio a entender que solo había un equipo compitiendo dentro del terreno de juego.
El Barcelona dominaba sin compasión alguna a un Real Madrid sin ideas ni peligro, cuya única esperanza era la velocidad de Vinicius Junior. Pedri puso el 0-3 tras otro gran error defensivo de la zaga blanca y ya no se volvió a mover el resultado, por lo que el Barça se coronó como nuevo campeón de la Supercopa de España. Lejos del trofeo, la preocupación del Madrid es muy grande por la imagen que dejó y por la falta de ideas, por lo que tendrán que cambiar muchas cosas para impedir que algo así vuelva a suceder.