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Después del buen resultado conseguido en el Bernabéu en la Copa del Rey, los hombres de Xavi sabían que tenían una buena oportunidad de seguir aventajando al Real Madrid en la clasificación liguera en casa contra un Valencia en horas bajas que, a priori, no parecía una gran amenaza. También era una oportunidad para olvidar la derrota contra el Almería y la eliminación en la Europa League.
De esta manera, el Barcelona salió con todo en la primera mitad, con la clara intención de adelantarse en el marcador lo antes posible. Y lo consiguió con un gol de Raphinha tras una gran asistencia de Busquets, que le puso el gol en bandeja. El dominio que mostró el Barça en la primera mitad fue abrumador, pese a que solo quedara ese gol reflejado en el marcador.
En la segunda parte hubo más movimiento. A los diez minutos, el colegiado señaló un penalti a favor del Barcelona que Ferrán Torres quiso tirar sí o sí. Sin embargo, el español falló el lanzamiento, por lo que la ocasión no valió de nada. Más intenso se puso todo tan solo cuatro minutos después, cuando Araújo fue expulsado por roja directa después de derribar a un delantero siendo el último hombre.
El Valencia de Baraja quiso aprovechar esta situación de superioridad en el terreno de juego y, cuando faltaban cinco minutos para terminar el partido, Kessié derribó a Fran Pérez en el área y todo el valencianismo reclamó un penalti que Alberola Rojas no quiso señalar. Pese a esta situación, el Valencia siguió insistiendo pero el Barcelona se llevó la victoria por la mínima. Así, y tras el empate del Real Madrid en el Villamarín, el Barcelona consigue una distancia de 9 puntos que deja la balanza de la liga con un color blaugrana más claro.