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El Real Madrid sabe que necesita volver a ganar si no quiere que la temporada sea un fracaso. El equipo de Carlo Ancelotti ha bajado el nivel desde la vuelta del Mundial de Qatar y los últimos partidos que ha jugado demuestran una crisis muy peligrosa. A nueve puntos del Barcelona, al conjunto blanco no le queda otra que ganar este sábado al Espanyol en el Santiago Bernabéu.
Con dos empates consecutivos en Liga (Atlético de Madrid y Betis), los merengues necesitan recuperar sensaciones. Es decir, volver a dar la cara en el campeonato doméstico y evitar que las dudas afecten al duelo de Champions contra el Liverpool la semana que viene. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los pericos tampoco pueden permitirse la derrota.
A pesar que los pericos han ganado dos de sus últimos tres partidos, el equipo sigue cerca de la zona de descenso con dos puntos por encima de los tres últimos puestos. Diego Martínez sabe que el reto no será fácil pero el último precedente invita a la esperanza blanquiazul.
En el partido de ida, el Real Madrid sudó la gota gorda para poder llevarse los tres puntos del RCDE Stadium. Después de marcharse del primer tiempo con empate a uno, los blancos no pudieron romper la igualada hasta el tramo final del partido. Karim Benzema desatascó el encuentro en el 88 y otro del francés en el tiempo de descuento.
Por ello, el conjunto merengue necesita acabar con su sequía goleadora y dar un golpe sobre la mesa que cambie el rumbo de los resultados. Aún les queda por delante lo más complicado y ganar delante de su afición sería un golpe de efecto para meter presión al Barcelona. Los culés jugarán el domingo en La Catedral contra el Athletic Club y será una nueva oportunidad de acercarse a los azulgranas.