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El Real Betis encaraba un encuentro tan emocionante como importante para el desarrollo de la temporada. Uno de sus objetivos era estar más cerca de la consecución de un título europeo. Pero para poder llegar a ello tenían que pasar por encima del Manchester United, que se había encargado de eliminar al Barcelona en la fase previa de la UEFA Europa League. De este modo, y sabiendo que al United le habían goleado unos días atrás, la oportunidad que surgía era evidente.
Aunque el Manchester United le prometió a sus aficionados que respondería después de aquel desliz y así fue. En el minuto 6, ante una defensa algo desconcentrada, Rashford marcó el primer gol de la noche y puso al equipo verdiblanco en desventaja. No era el panorama que habían deseado, pero la cara de Pellegrini reflejaba que eso podía pasar si concedían espacios.
El Betis no se rindió ni se vino abajo. Empezó a tocar y a intentar desestabilizar a la defensa inglesa. Ayoze, con un gran disparo lateral pasada la media hora de juego, puso el empate de nuevo en el marcador y las esperanzas volvieron a crecer en aquella afición desplazada hasta Old Trafford.
Sin embargo, la segunda mitad fue un desastre para el Betis. El United salió mucho mejor y Antony puso el 2-1 bastante pronto, lo que les dio fuerzas. Bruno Fernandes marcó el tercero para el United seis minutos después y la situación era cada vez más desoladora. El equipo de Ten Hag estaba en modo arrollador y lo aprovecharon también con Weghorst, que marcó el cuarto y definitivo gol.
Los problemas del Betis son bastante grandes ahora. La fragilidad defensiva que mostró en Old Trafford debe ser corregida para intentar darle la vuelta a esta situación. Aunque la remontada se vea algo imposible, será el Benito Villamarín el escenario que decida todo.