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La zona del descenso seguía persiguiendo al Sevilla una jornada más en LaLiga Santander. Después del resto de resultados de la jornada, la situación era complicada en el Pizjuán. Una derrota podía poner a los de Sampaoli otra vez en los puestos rojos de la tabla, algo que sería bastante catastrófico. El duelo era capital por eso y porque se enfrentaban a un rival directo como el Almería, que también quería salir de ese pozo.
El partido no comenzó de la mejor manera para el Sevilla. En una jugada de ataque a los dos minutos del pitido inicial, Akieme puso en ventaja al Almería con un gol que enmudeció a la afición. Nadie se esperaba que el conjunto almeriense pudiera adelantarse tan pronto y, sin duda, fue un jarro de agua fría para los hombres de Sampaoli.
Tanto Rubi como Sampaoli tuvieron que hacer cambios de forma obligatoria en la primera mitad por lesiones. En el caso del Sevilla fue Bono, que tuvo que ser sustituido por Dmitrovic. El equipo local quería seguir apretando y una jugada entre Ocampos y Telles provocó un penalti a favor del Sevilla justo antes del descanso. Una oportunidad de oro que el propio Ocampos no desaprovechó, poniendo el empate.
Con ese gol, el Sevilla abría más posibilidades de ganar y Sampaoli siguió sacando a varios jugadores de ataque en la segunda mitad como Bryan Gil y Lamela. De hecho, Bryan Gil puso un centro que acabó en remate y gol de Lamela en el 73. La remontada del Sevilla era real y los tres puntos un premio que se queda corto viendo la clasificación. Porque, pese a la victoria, el Sevilla sigue todavía a solo dos puntos de los puestos de descenso. Sus siguientes partidos adquieren una importancia capital, ya que son contra el Getafe y contra el Cádiz, también rivales directos por la salvación.