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La eliminatoria de vuelta de la UEFA Champions League estaba ya casi sentenciada en favor del Nápoles. El conjunto italiano fue capaz de ganarle al Eintracht Frankfurt en tierras alemanas por 0-2. Por tanto, el partido que le esperaba en el Stadio Diego Armando Maradona era una tarea algo sencilla. El equipo alemán venía, además, de una racha negativa de resultados, por lo que la motivación no le sobraba a los visitantes.
Pero lejos de dejar pasar los minutos, el Nápoles quería dejar una buena imagen con su afición y quiso la victoria desde el primer minuto. Tanto Kvaratskhelia como Osimhen dieron bastantes problemas a los alemanes. Pero fue el nigeriano el que, mediante un potente remate con la cabeza, le dio el primer gol al equipo napolitano justo antes del descanso. Las sensaciones que tenían los italianos eran de suma tranquilidad ante el partido que se les estaba planteando.
Las intenciones no cambiaron en la segunda mitad. Osimhen, de nuevo, aprovechó un buen pase de Di Lorenzo para marcar el segundo gol de la noche. El marcador lo cerró Zielinski con un gol desde el punto de penalti, poniendo el 3-0 y el 5-0 en el resultado global de la eliminatoria. El Nápoles no sufrió para clasificarse y lo demostró desde la ida.
Con una goleada en Champions League y líder de la Serie A, con una distancia de 18 puntos sobre el segundo clasificado, el Nápoles deja de ser un simple equipo en esta Champions. Se ha postulado como un firme candidato al título que quiere demostrar que la gran temporada que está teniendo no es casualidad. Estará presente en el bombo de los cuartos de final a la espera de rival, pero lo que es seguro es que el equipo napolitano todavía no ha terminado de divertirse en esta competición europea.