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El partido que decidía el primer finalista de la Copa del Rey enfrentaba a Athletic Club y a Osasuna. Un duelo entre dos clubes con muchas ganas de lograr un título, aunque Osasuna lleva más tiempo sin hacerlo. Los hombres de Arrasate partían con cierta ventaja tras el resultado favorable de 1-0 conseguido en El Sadar, por lo que solo había que dar un paso hacia adelante. Algo que el Athletic no le iba a permitir y menos en el Nuevo San Mamés.
El Athletic no se guardó nada y salió al ataque desde el principio. Los ataques se sucedían por parte del conjunto vasco y los de Arrasate lo empezaban a pasar mal. Por suerte para los visitantes, Sergio Herrera hizo varias apariciones muy importantes que salvaron a Osasuna de encajar varios goles. Pero lo que no pudo evitar fue el golpe del Athletic.
Iñaki Williams fue capaz de encontrarse con un balón aéreo y, con algo de fortuna, logró el gol que devolvía el empate a la eliminatoria. El viento soplaba a favor de los locales y Osasuna solo se limitaba a defender las constantes acometidas de los hombres de Ernesto Valverde.
Pero ni uno ni otro equipo fueron capaces de volver a marcar y el partido se marchó a la prórroga. En el tiempo extra, tanto Arrasate como Valverde aprovecharon para introducir nuevos cambios en ataque. En Osasuna entró Pablo Ibáñez, un canterano que se convertiría en héroe después de marcar un gol en el minuto 116. Ese golpe no se lo esperaban en el Athletic e intentaron, a toda costa, volver a marcar para ir a los penaltis. No fue posible, por lo que Osasuna logró meterse en una final de Copa del Rey e intentará llevarse un título después de muchos años intentándolo, siendo la última vez en 2005.