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El Manchester City es una de las pruebas más duras del año. Y también es el rival que, si es capaz de superar, le puede permitir estar en una final de Champions League otra vez. Lo cierto es que el madridismo está muy pendiente de lo que pasará en el Bernabéu, pero antes de ese encuentro había otro también muy importante. La final de la Copa del Rey le podía dar al Real Madrid un título justo antes de esa prueba. Y eso era una motivación que no querían dejar escapar.
Osasuna estaba delante también con una oportunidad única ante sus ojos. Pero el conjunto blanco salió muy metido en el partido y Vinicius Junior desequilibró a dos defensas para darle una asistencia a Rodrygo, que no perdonó. En el segundo minuto de partido, los blancos ya estaban por delante y Osasuna no se lo podía creer.
Pero no dejaron de pelear y mantuvieron la compostura. Vinicius volvió a ser el foco de todas las miradas y polémicas con varios roces con jugadores de Osasuna. De hecho, al descanso, el brasileño tuvo una pelea con Chimy Ávila. Lejos de eso, el equipo de Ancelotti estaba cómodo con la ventaja.
Eso terminó cuando Lucas Torró marcó un gran gol desde fuera del área para poner el empate. El partido parecía encararse hacia la prórroga, pero de nuevo apareció Vinicius. Con otra jugada donde regateó hasta el área, el brasileño puso el inicio de un balón que remató Kroos. Le cayó a Rodrygo que, sin apenas oposición pudiendo superar al portero, puso el 2-1.
Eso fue un duro golpe para Osasuna del que no pudo recuperarse. El Real Madrid consiguió la Copa del Rey, pero no tuvo mucho tiempo para celebraciones ya que su siguiente prioridad es la semifinal contra el Manchester City.