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Todavía no se ha acabado el fútbol europeo y la final de la UEFA Europa Conference League lo demostraba. Tanto la Fiorentina como el West Ham llegaban al partido más importante de sus temporadas con la confianza de que podían llevarse el trofeo. Los pronósticos previos al partido mostraban la gran igualdad que había entre los dos clubes, algo que también se comprobó en el terreno de juego.
Es cierto que el conjunto italiano tuvo más posesión de balón, pero eso no les aseguró más éxito de cara a portería. De hecho, en toda la primera mitad, tan solo hubo un remate a puerta y lo llevó a cabo el West Ham. Hubo mucho respeto durante los primeros 45 minutos, aunque a partir de la segunda mitad la cosa cambió bastante.
El West Ham, que se había librado de un gol en contra por haber sido anulado por fuera de juego, golpeó primero. Benrahma transformó un penalti a favor en el primer gol del encuentro. Mantener esa ventaja era la tarea prioritaria de los ingleses, aunque la Fiorentina no estaba dispuesta a regalar nada. Tanto es así que, cinco minutos después, Bonaventura empató de nuevo el partido y los nervios volvieron a aflorar.
El tiempo pasaba y ambos clubes veían cómo el partido se iba a la prórroga. Sin embargo, en el minuto 90, una asistencia de Paqueta dejó solo a Bowen delante del portero. Pudo superarlo con un remate fuerte y el West Ham se puso 1-2 a falta del tiempo de descuento. El equipo italiano no pudo hacer nada más para solucionar ese gol tardío y, finalmente, el West Ham se llevó el triunfo y el trofeo tan deseado. Tras haber quedado fuera de los puestos europeos, esta copa les sabe a gloria, ya que jugarán la Europa League la próxima temporada.