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Cada partido y cada jornada de LaLiga EA Sports que pasa, el objetivo de ganar un partido va pesando más y más en el Sevilla. Diego Alonso no sabe lo que es ganar en liga con el equipo sevillista y en la última jornada, contra el Villarreal, tuvo de nuevo una buena oportunidad para hacerlo. El rival era bastante complicado, pero la plantilla local estaba sabiendo lidiar con el contrario y tuvo varias ocasiones para adelantarse en el marcador.
Diego Alonso hizo cambios en sus jugadores, metiendo a Pedrosa y a Kike Salas en la segunda mitad. Y esos cambios dieron grandes resultados: Pedrosa le puso un centro a Kike Salas, que adelantó al Sevilla en el marcador de cabeza. La alegría que causó ese gol era evidente tanto en el banquillo como en la grada. Pero el Villarreal despertó y, en el minuto posterior al gol de Kike Salas, Morales marcó el empate. Un gran jarro de agua fría para el Sevilla.
La situación pudo empeorar aún más cuando, en la última jugada del partido, Brereton Díaz marcó el 1-2 para el submarino amarillo. El colegiado, previa revisión en el VAR, consideró que había falta previa y lo anuló. La acción fue muy protestada y ninguno de los dos equipos salió contento con el empate.
Pero la realidad es bastante mala para el Sevilla. Los puestos europeos están a una distancia de 13 puntos y los puestos de descenso tan solo a cinco, a falta de saber lo que haga el Celta de Vigo contra el Cádiz. En caso de que el Celta gane, esa distancia con la zona roja podría quedar reducida en dos. El siguiente partido liguero que tiene el Sevilla es contra el Mallorca y no es favorito para ganar el choque, lo que dice mucho de la situación actual.