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La tarea que tenía en sus manos Quique Sánchez-Flores tras asumir el mando del Sevilla no era nada fácil. En cuestión de pocos días no pudo hacer otra cosa que dar varias directrices a sus nuevos jugadores, pero el enfrentamiento contra el Granada no le daba margen de trabajo. La situación no era la idónea, aunque los jugadores sevillistas sacaron por fin toda la rabia que tenían dentro para darle una alegría a su afición. El primero en dar un golpe fue Pedrosa, que adelantó al Sevilla en el minuto 23.
Los hombres de Quique Sánchez-Flores estaban relativamente cómodos pese a no jugar en su campo. El Granada no les estaba poniendo en dificultades y un robo de balón de Lucas Ocampos propició que el argentino marcara uno de los goles de la jornada. Con el 0-2, el partido se fue al descanso. Y a los sevillistas se les escapaba una sonrisa con la sensación de que esta vez podía ser posible.
Al comenzar la segunda mitad, Sergio Ramos cabeceó un centro de Suso para poner el tercer y definitivo gol del partido. Quique Sánchez-Flores no había estado ni una semana en el cargo y ya había roto la mala racha que arrastraba el Sevilla con Diego Alonso. Y lo había hecho por todo lo alto. Por lo que le dio motivos para creer a su nueva afición.
Gracias a este resultado, el Sevilla se coloca tres puntos por encima del descenso y buscará que esa distancia se amplíe aún más. El siguiente reto es el partido aplazado contra el Atlético de Madrid en LaLiga EA Sports. Las posibilidades de que los jugadores de Quique Sánchez-Flores saquen algo positivo con una victoria o un empate son de 2.50 euros por euro apostado. No será fácil, pero la confianza ha vuelto a este club.