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Llegada la penúltima jornada de LaLiga EA Sports, el Real Madrid tenía que seguir preparándose para la final de la Champions. Ese es el máximo objetivo de Carlo Ancelotti y ganar siempre es una señal de motivación y rendimiento. El Villarreal, que jugaba en casa, estaba inmerso en la batalla europea y necesitaba conseguir la victoria para tener opciones de jugar por el continente la temporada que viene. No obstante, el que mejor iba a salir al terreno de juego iba a ser el conjunto blanco. Arda Güller, cuyo rendimiento estaba sorprendiendo ante su falta de minutos, fue el encargado de abrir el marcador a los 14 minutos.
Marcelino no conseguía meter a los suyos en el partido. Y, producto de esto, Joselu amplió distancias en el marcador de cabeza tras un gran centro de Lucas Vázquez. Sorloth redujo distancias después de un gran error de Ceballos, pero solo un minuto después el Real Madrid volvió a marcar por medio de Lucas Vázquez. Justo antes del descanso, Arda Güller apareció de nuevo para poner el 1-4.
Parecía un resultado definitivo, pero nada más lejos de la realidad. El Villarreal estaba dispuesto a plantar cara por medio de su mejor hombre. Al salir en la segunda parte, Sorloth marcó un hat-trick en cuestión de ocho minutos que puso el encuentro con un empate a cuatro. No volvió a ocurrir nada más, por lo que hubo reparto de puntos.
La facilidad con la que Sorloth había demostrado batir al equipo de Ancelotti preocupó al técnico italiano. Sobre todo porque el encargado de cubrirle, Militao, apuntaba a ser uno de los titulares en la defensa blanca en la final. Todavía queda un partido más antes de la final y el Real Madrid no quiere que se repitan situaciones de estas. La motivación y el optimismo deben estar en el mejor punto ya que hay mucho en juego.