Frenazo en La Romareda

El arranque de 2019 no podía ser mejor para el Real Oviedo y en busca de prolongar esas sensaciones y esa dinámica llegaban los azules a La Romareda, pero la maldición del campo del Zaragoza se prolongó. Los azules desperdiciaron un penalti con el empate a ceros, y en los últimos minutos Álvaro Vázquez anotó los dos tantos locales. Los contratiempos volvieron a sucederse en la previa. Carlos Martínez, aquejado de un proceso vírico se cayó a última hora, por lo que Mossa tuvo que entrar en el extremo izquierdo desplazando a Diegui al carril diestro y Anquela dispuso de un hombre menos en el banquillo, algo que se acusó en la segunda mitad.

Los primeros minutos el Zaragoza salió mejor, llevando el peso del partido y con posesiones largas. La primera gran ocasión llegó desde el balón parado. Después de una sucesión de rechaces, el balón le cayó a Delmás en el segundo palo. Champagne se lanzó felino a tapar, y logró tocar el balón con su pierna izquierda. El Oviedo poco a poco se fue soltando y dio respuesta mediante Bárcenas. El panameño disparó tras una falta botada por Tejera, pero Cristian Álvarez rechazó bien en el primer palo.

El Oviedo no se encontraba del todo incómodo con el guion de partido que se presentaba, aunque quizá estaba demasiado atrás cuando el Zaragoza manejaba el balón. Pero a la carrera, guiado por el mando de Tejera, los azules también buscaban castigar, sobre todo con llegadas por banda. En una de ellas, Diegui recibió en el pico del área grande y sacó el centro al segundo palo. Mossa cabeceó, pero Cristian Álvarez bien colocado rechazó el cabezazo.

En la recta final de la primera mitad, el Zaragoza dio un paso hacia adelante, y el Oviedo se metió demasiado atrás. Los locales llegaban bien por las bandas hasta línea de fondo y desde esas posiciones sacaban centros peligrosos, que en ocasiones encontraban rematador; como Lasure en una ocasión. El disparó rebotó en el cuerpo de Carlos Hernández. El descanso llegó, para alivio de los carbayones, que veían como el Zaragoza crecía.

El guion no cambió tras el descanso y en el minuto 51 tuvo una ocasión muy clara en las botas de Papu. Después de una indecisión en la salida de balón, el georgiano disparó en el uno contra uno con su pierna derecha, pero afortunadamente para los intereses azules, el disparo se marchó desviado. En el minuto 56, Zapater también tuvo un disparo desviado desde dentro del área.

Con este planteamiento de partido, el Oviedo fiaba sus oportunidades a acciones aisladas, desplegando un buen ejercicio defensivo. Esa acción aislada llegó en forma de penalti en el minuto 60 después de un balón parado. Bárcenas fue derribado por Eguaras tras un quiebro y Alanís asumió la responsabilidad. El mexicano buscó el palo izquierdo de la portería de Cristian, pero el portero adivinó el disparo.

El Oviedo falló la que tuvo y el Zaragoza aprovechó una jugada desafortunada para los azules para anotar la suya. Una buena acción de Soro acabó con un balón dividido al que llegó Diegui para despejar. El esférico rebotó en la pierna del mediocentro maño y llegó a Álvaro Vázquez, que encaró y batió a Champagne. El delantero estaba adelantado cuando Soro va a la disputa, que a su vez comete una posible falta sobre Diegui.

Anquela movió ficha y retiró a Christian Fernández para dar entrada a Toché, pasando al 4-4-2, pero con poco tiempo por delante. Álvaro Vázquez pudo incluso sentenciar en el minuto 81, al recibir un balón en el área pequeña, pero Champagne se lanzó felino para rechazar. Acabó llegando en el 89 la sentencia, con el protagonismo total para Álvaro Vázquez que utilizó un gesto técnico exquisito de espuela para rematar ante el estupor de los azules, que veían como la racha se frenaba.

Tuvo que ser en La Romareda, campo maldito para los azules, el escenario en el que se frenó la gran racha azul. Sin ser un mal partido, el fútbol castigó a los de Juan Antonio Anquela, que tras fallar un penalti vieron como el Zaragoza se llevó el partido y como la estadística se queda en nueve puntos consecutivos.