Punto y seguido

El Real Oviedo visitaba el campo del líder, en medio de la buena dinámica de sensaciones y de resultados, algo que se prolongará, después de conseguir un valioso empate. La baja de Berjón obligaba a un cambio en el once, que se dio con la entrada de Diegui Johannesson, mientras que Anquela decidió modificar otra pieza más, con la entrada de Mossa por Javi Hernández.

El Albacete tenía claro el plan. Desde el centro del campo, castigar la espalda carbayona, bien abriendo hacia las bandas o bien buscando directamente las carreras hacia la portería. En una de ellas llegó la primera clara. Manaj recibió en posición correcta y se plantó en el uno contra uno ante Champagne. El guardameta argentino aguantó la acción y sacó una pierna providencial para evitar el primer tanto local en el minuto nueve.

Con el paso de los minutos, la batalla táctica entre ambos equipos fue dando resultados. El Oviedo avisó con un remate de Folch desde la frontal a las manos de Tomeu Nadal. Un minuto después, el Albacete volvió a castigar distribuyendo desde el centro. Los manchegos llegaron por la banda derecha y el centro al segundo palo lo remató Zozulia, rechazándole en la mano el esférico, por lo que la jugada quedó anulada. Cuando todo el mundo estaba pendiente de esa acción, Bárcenas sacudió el Belmonte con un derechazo lejano que rebotó en el larguero. El Oviedo no se amilanaba ante el empuje local.

El siguiente en golpear fue el Albacete. Después de una buena jugada asociativa, con Álvaro Peña entrando en acción, Borja Herrero apareció desde el lateral izquierdo para golpear de empeine total desde la frontal. Champagne, en esta ocasión en una acción de reflejos, salvaguardó de nuevo la portería carbayona. Bárcenas volvió a tenerla en el 41. Diegui Johannesson sacó un buen centro a la entrada del panameño, que no se esperaba el fallo del rival y no acertó a rematar desde el área pequeña.

Con una primera parte entretenida, los dos equipos demostraban el porqué de donde están en la tabla y el cómo han llegado hasta ahí. Un partido entre dos equipos potentes, cada uno con sus armas. La segunda mitad, sobre todo los primeros minutos dejaron la imagen de un Oviedo solvente, teniendo el encuentro controlado.

El balón parado todavía no había generado peligro para el Oviedo, pero en la segunda mitad eso cambió. En los primeros 15 minutos llegaron dos ocasiones muy claras. Desde la esquina, la primera fue para Alanís. El mexicano remató el centro de Tejera y el balón se fue al poste, en el segundo palo del partido para los azules. Únicamente unos minutos después, en una falta lejana, el balón se  dirigía a portería después de un rebote, pero Tomeu despejó bien con reflejos.

Anquela, desde las sustituciones, buscó sacudir el partido. Ibra entró en el lugar de Joselu y Omar en el de Diegui, en una pequeña declaración de intenciones; metiendo a un jugador más ofensivo, aunque sin modificar el dibujo. Viti fue la tercera bala, ante un Albacete que en los minutos finales buscó el gol contra un Oviedo que se defendió sin excesivos apuros. El Oviedo dio una muestra de madurez en uno de los campos más complicados de la categoría y sumó un punto más, manteniendo así ganado el goal average con los manchegos. Un punto para seguir con la racha.