El Oviedo carga pilas
Después de tres partidos sin ganar y con un único tanto en ellos, el Real Oviedo consiguió en el Carlos Tartiere ante el Nástic una victoria que necesitaba, para volver a la senda del triunfo, alejar fantasmas y ganar confianza antes del derbi. Anquela volvió al confort de los tres centrales y los dos carrileros y apostó por Viti en el carril derecho, Saúl Berjón en el extremo zurdo y Joselu arriba.
El Oviedo comenzó mandando con el balón, encontrándose cómodo con la pelota. Ramón Folch y, sobre todo, Javi Muñoz, daban fluidez en el juego. La primera ocasión llegó en el minuto 17. Un activo Saúl, desde el que partía todo el peligro azul, lanzó un balón diagonal desde la izquierda hacia la carrera de Bárcenas, que no pudo controlar en el área. Una nueva aparición de Saúl, diez minutos después, acabó en un remate de Viti en el segundo palo que tuvo que rechazar a córner Bernabé.
En los minutos finales de la primera parte, el Oviedo continuó rondando el área sobre todo con balones aéreos, pero fue el Nástic el que tuvo las ocasiones más claras. Luis Suárez avisó primero con un disparo lejano que tocó Champagne para desviar a córner. Ese saque de esquina lo remató Fali, obligando al guardameta argentino a realizar una buena parada de reflejos.
El Oviedo mandaba y tenía las intenciones, pero no generaba ocasiones, con 45 minutos por delante para buscar los goles. Se echaba de menos mayor presencia ofensiva, con Joselu nuevamente muy aislado y prácticamente sin recibir balones.
El primero que el delantero tocó en condición de remate claro, lo metió para dentro en la segunda parte. Fue en el minuto 54, en una salida a la carrera desde atrás. Saúl centró desde la izquierda muy pasado y Bárcenas recogió el balón en el segundo palo para volver a meterlo al área. Joselu ganó la disputa aérea y con un gran remate de cabeza batió a Bernabé. Un nuevo gol para el andaluz, que vuelve a ver puerta, algo que dentro de la autoexigencia siempre agradece.
El Oviedo siguió rondando la portería contraria, ya con el marcador a favor, y Bárcenas tuvo dos buenos disparos. Uno lo rechazó Bernabé y otro se marchó desviado. Joselu pudo también anotar el segundo después de una salida a la contra en la que remató buscando la escuadra pero se marchó desviado. El Nástic hizo cambios para buscar mayor presencia ofensiva, y cuando el Oviedo no era contundente generaba peligro, como con un disparo de Kanté que se marchó desviado.
El Nástic creció a base de empujar y de colgar balones y el Oviedo volvió a mostrar debilidad a balón parado. Primero fue Imanol el que recogió un balón rechazado en un córner, y su disparo lo rechazaron entre Champagne y el larguero. Ahí vinieron una serie de córners en los que el Oviedo sufrió sobremanera. En uno de ellos, Noguera acabó rematando al larguero, con una tremenda sensación de alivio que invadió las gradas del Tartiere.
Si bien el Oviedo estaba sufriendo en el balón parado en contra, sacó provecho de una acción con él a favor. Saúl Berjón botó medida una falta lateral y Christian la remató en el área pequeña para poner el segundo, que suponía la tranquilidad y la sentencia. El partido acabó en esa acción, aunque el Oviedo tuvo incluso alguna opción para aumentar la renta, pero el botín ayuda para olvidar el tropiezo de Mallorca y coger fuerzas de cara al derbi.
