Castigo en el 93'

El Real Oviedo buscaba reafirmar fuera de casa la última victoria conseguida ante Osasuna y cuando parecía que lo iba a conseguir en cierta medida, el balón parado volvió a condenar a los azules. El Oviedo empezó perdiendo, tenía el empate amarrado, pudo ganar, y finalmente acabó cayendo. Las circunstancias que rodeaban al partido hicieron que la apuesta volviera a repetirse; en lo que se refiere al esquema y a los hombres elegidos en el once titular. Las bajas y la pequeña incógnita de lo que podría plantear el Nástic con nuevo entrenador, hicieron que Anquela buscara lo primero, la seguridad defensiva.

El Oviedo salió mandón y ya en los primeros minutos tuvo dos ocasiones muy buenas. En el minuto tres, un desmarque de Joselu a la espalda de los centrales y un pase medido de Tejera casi acaba en gol, después de que el delantero intentara una chilena para finalizar. Unos minutos después, tras una jugada por banda izquierda, el balón de Saúl acabó en la frontal buscando a Tejera, pero su disparo mordido lo acabó sacando Becerra con los pies.

El partido parecía controlado por parte de los azules, pero el Nástic acertó a la primera. Una llegada por banda izquierda acabó con un centro que nadie pudo despejar y que recogió Luis Suárez en el segundo palo. Tras un recorte disparó seco y el balón pasó entre varias piernas azules sin que ninguna rechazara el esférico.

El Oviedo se fue diluyendo y pasó incluso momentos de apuro en defensa, donde los azules volvieron a mostrarse endebles y dubitativos. Los únicos intentos en ataque se limitaron a apariciones de Saúl por dentro y alguna combinación esporádica de Tejera. El partido parecía abocado nuevamente a ser sacudido desde el banquillo.

Tras la reanudación no hubo cambios y el Nástic a punto estuvo de penalizar en ese tiempo de espera. Con una simple pared, Luis Suárez se plantó delante de Alfonso y disparó con la zurda. El guardameta la desvió lo justo para que el balón rechazara en el poste y se lanzó posteriormente para evitar que acabara entrando.

Llegó la hora de los cambios, y Anquela borró la apuesta inicial con dos modificaciones. Ibra y Javi Muñoz entraron en lugar de Mossa y Diegui, los dos carrileros. Esta apuesta hizo que el Oviedo comenzara a rondar la portería de Becerra, sobre todo con balones colgados en busca de un juego más directo. Un esquema distinto, pero una idea parecida al encuentro contra Osasuna. Ibra forzó una falta en las inmediaciones del área y en esa acción llegó el empate. Forlín, libre de marca remató al larguero e Ibra sobre la línea empujó a placer.

En una acción inmediatamente posterior, Folch a punto estuvo de poner a los azules por delante. Varios jugadores azules entraron libres de marca a una falta botada por Saúl y el catalán remató a las manos de Becerra. Posteriormente, también Joselu de cabeza tras un centro de Javi Muñoz remató a las manos de Becerra.

El Nástic interpretó entonces el cambio de esquema del Oviedo y lo intentó penalizar. Manu Barreiro, muy activo, tuvo un par de remates antes de la recta final. Folch fue expulsado por doble amarilla. En el minuto 93 llegó el mazazo. En una nueva acción a balón parado, Albentosa penalizó la endeblez azul, recogiendo un balón en el segundo palo y anotando tras controlar con el pecho.