Merecimiento sin puntos

El Real Oviedo cayó derrotado en Los Cármenes ante el Granada, líder de la categoría, en un partido en el que el resultado pudo ser distinto si los azules hubieran acertado con la portería de Rui Silva. El encuentro no deja mal sabor de boca en términos generales; pero con el campeonato ya tan avanzado y después de haber caído ante el Almería en el Tartiere, no vale con las sensaciones, como reconocía el propio Anquela al término del partido.

"La sensación es de desesperación. Hemos jugado bien al fútbol, por momentos fuimos superiores al Granada y nos vamos perdiendo. Lo único que valen son los puntos, lo demás no vale para nada". Es la ley del fútbol. El Oviedo pudo anotar en varias ocasiones claras a lo largo del partido pero no lo consiguió, y cuando el encuentro parecía encaminado al empate, acabó llegando el gol de Adrián Ramos en un nuevo error defensivo.

En otro momento de la temporada, la lectura sería más positiva, pero a estas alturas, lo que importa son los puntos y no las sensaciones. El mes de diciembre, que parecía encarrilado después de arrancar con un punto en Las Palmas se complica, con la visita de otro gallito como el Málaga en el horizonte.

Anquela volvió a sacudir el árbol y dejó muestra nuevamente de la riqueza táctica del equipo, con un nuevo cambio de sistema. Los azules salieron de inicio con un 4-2-3-1, ubicando así a Carlos Martínez en el lateral derecho y a Diegui por delante, con Tejera en el enganche. Esa posición del jugador catalán le dio al Oviedo el mando del partido en la primera parte, acumulando la posesión en el centro del campo. De las botas de Tejera precisamente nace la mejor ocasión de la primera parte, el disparo de Ibra, pero el Oviedo no pudo acertar con la portería local, algo que sí hizo Adrián Ramos. Los azules se van con el mal sabor de boca de haber merecido más, pero con la derrota al fin y al cabo, a unas alturas de temporada, en las que los merecimientos no son suficientes.