El emotivo mensaje de Rafa Nadal al excarbayón Paco Sanz, en planta a causa del coronavirus

Son días complicados para la familia Sanz, con la que el coronavirus se está ensañando considerablemente. Tras el fallecimiento de Lorenzo Sanz, expresidente del Real Madrid, conocíamos que su hijo Paco Sanz tenía que ser ingresado en un hospital de Madrid con síntomas de haber contraído el COVID-19. El ex del Real Oviedo, que este fin de semana confesaba desde el hospital que lo peor ya ha quedado atrás, ha recibido un mensaje de ánimo de Rafa Nadal.

"Buenas, Paco. He visto la noticia de lo de tu padre. Lo siento muchísimo. También sé que estás con un poquito de neumonía. Simplemente quería mandarte un mensaje de ánimo, que dentro de lo que cabe estés animado y fuerte, y solo espero que pronto se termine toda esta pesadilla y podamos hacer una buena comida-cena en el Choco, que Jesús nos espera. Un abrazo fuerte, crack. Ánimo", decía Nadal en su mensaje.

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He recibido cientos y cientos de mensajes de apoyo estos días, los cuales he agradecido y contestado uno a uno porque cada uno de ellos me ha ayudado, mil gracias de corazón, pero que tu idolo absoluto, el mejor deportista de la historia de España, te mande un video de apoyo, no hay palabras para describirlo, es mejor que todas las pastillas que me han dado!! no es que sea el más grande, es que nos hace demasiado pequeños al resto. Gracias @rafaelnadal 😘😘😘

Una publicación compartida de Pacs (@pacosanz1972) el 30 Mar, 2020 a las 4:08 PDT

Lo peor ya ha quedado atrás

En una entrevista a 'Tiempo de Juego' de la Cadena Cope, Paco Sanz explicaba cómo acabó hospitalizado el pasado domingo, apenas un día después de que falleciera su padre tras varios días luchando contra el virus: "Después de una semana en casa y otra en el hospital empiezo a ver la luz. Si todo va bien, este domingo me darán el alta. Me quitaron el oxígeno el viernes y están viendo cómo saturo, pero si todo va bien me volveré a casa".

En el citado medio, el ex del Oviedo detallaba el calvario que ha sufrido estos días: "Pasé los dos primeros días en el hospital bastante mal. No me bajaba la fiebre de 39 grados ni tenía cuerpo para nada, no podía respirar prácticamente en ninguna posición, no me entraba más aire. El cansancio era como si te pasase un tren por encima, no tienes ganas de nada, ni fuerzas para coger el mando y ver la tele para pasar el tiempo. Fue lo peor".