El plan de Asturias en la desescalada: una jornada laboral de cuatro días a la semana
La crisis económica provocada por la expansión global del coronavirus obliga a las empresas de todo el mundo a readaptarse a un mundo cambiante, confinado, e incluso a alterar su naturaleza, dados los condicionantes. Asturias, como España, no es ajena a esta realidad y desde la FADE -Federación Asturiana de Empresarios- ya se medita un cambio en la jornada laboral en común acuerdo con los sindicatos.
El proceso, no obstante, requiere de unas circunstancias más acordes con un perfil determinado de empresa, digitalizadas, pese a la importancia industrial de la región. Mientras el confinamiento ha permitido teletrabajar a ciertos sectores, otros han visto cesada su actividad debido a la pandemia.
Las posturas entre patronal y representantes sindicales están todavía lejanas, como las realidades de los trabajadores. Mientras un ala del discurso reivindica poco compromiso con los trabajadores, otros enfocan esta lucha como arbitraria y totalmente desligada de la realidad laboral. Tanto UGT como CCOO, según La Voz de Asturias, coinciden en la necesidad de reducir la jornada de cinco a cuatro días, lo mismo con la jornada semanal de 40 horas. "En este tiempo han cambiado muchas cosas", expone Mar Celemín, secretaria de Política Sindical en UGT.
Aspectos negativos vinculados al cambio de jornada
La Federación Asturiana de Empresarios ha expuesto varias complicaciones a las que tendrían que hacer frente en mayor medida las medianas y pequeñas empresas con la implantación de este nuevo modelo. Ciertos colectivos dependen de una actividad continuada a lo largo de la semana y el recorte de la jornada pondría en peligro su supervivencia.
Por otro lado, el salario. Desde la FADE entienden que dicha reducción obligaría a las empresas a aumentar el coste unitario por hora trabajada, de nuevo un riesgo que sería "prácticamente inaplicable en dichas empresas". Por otro lado, la posibilidad de aclarar la letra pequeña: ¿equivaldría menos días a la semana a más horas al día?
Aspectos positivos vinculados al cambio de jornada
En la otra cara de la moneda, los sindicatos han querido reflejar su compromiso hacia un reducción de la jornada laboral para todos los sectores productivos si "se analizan las cosas bien", al igual que entienden las 40 horas semanales como un aspecto para nada ligado a los cambios sociales que marcan la actualidad.
Combaten la posibilidad de que menos días muten a más horas poniendo como ejemplo la productividad en países del norte de Europa, donde este paradigma se impuso hace tiempo y cuyos números, en términos de eficiencia, superan a los de España. Al mismo tiempo, defienden este modelo como impulso para terminar de implantar mejoras significativas en materia digital: inteligencia artificial, más formación y competencias digitales.
Los sindicatos también destacan la importancia de esta flexibilización de la jornada laboral con respecto a la conciliación, atención a personas mayores, reducción de la contaminación y un refuerzo del ciclo económico: más tiempo libre, más consumo. Además, esta nueva forma de vida laboral ayudaría en una mayor incorporación de la mujer al mercado laboral.
