Mariño explica por qué se quedó en el Sporting
El guardameta Diego Mariño es uno de los hombres fuertes del vestuario del Sporting. Indiscutible bajo los palos del arco rojiblanco, el pasado verano, su nombre estuvo en las quinielas para abandonar la entidad asturiana. El gallego decidió dar continuidad a su etapa en el club. En una entrevista concedida a Radio Marca Asturias ha explicado por qué se quiso quedar en Gijón.
Con la misma seguridad que demuestra bajo los palos se maneja Mariño ante los medios. Firme y sin titubeos repasó la actualidad del conjunto rojiblanco y el pasado más reciente del equipo.
Mariño: "Yo estoy encantado aquí, siempre me han tratado muy bien y aunque estemos en Segunda yo en Gijón ya me siento un jugador de Primera división".
Cuestionado por las ofertas recibidas desde la máxima categoría Mariño explicó el razonamiento que le llevó a quedarse en el Sporting. "En verano hubo contactos y posibilidades pero yo había dicho desde el principio que me iba a quedar y cuando todo estaba más claro no me sedujo, no me motivaba. Lo que me motivaba era imaginarme poder conseguir el ascenso con el Sporting", argumentaba. "Yo estoy encantado aquí, siempre me han tratado muy bien y aunque estemos en Segunda yo en Gijón ya me siento un jugador de Primera división", añadía.
El comienzo de liga
La situación actual del equipo también fue analizada por el meta gallego. Mariño entiende las demandas que rodean al club rojiblanco. "La exigencia es normal y más en un entorno como el del Sporting" señalaba, aunque considera que aún es pronto para el nerviosismo. "Llevamos cinco partidos y estamos bien colocados, es pronto para dramatizar o para que haya nervios, ni en las cinco ni en las veinticinco primeras jornadas se decide el ascenso", apuntaba.
Mariño recordaba igualmente que, "tenemos la experiencia del año pasado, esto es larguísimo, hay muchísimos partidos y aún es pronto para hablar tanto de cosas buenas como malas".
La pasada campaña
El meta aprovechó la ocasión para recoger el trofeo de Radio Marca Asturias que le acredita como mejor jugador rojiblanco de la pasada campaña. Un curso en el que, "todo me salió bien desde el principio tuve la fortuna de aparecer en momentos importantes y que los resultados acompañaran", apuntaba.
Recuerdos de la pasada temporada que le llevaron a reconocer que, "nos vimos en algún momento muy cerca del objetivo, pero por desgracia todo se truncó". Una experiencia de la que "tenemos que aprender", señalaba.
Los veteranos del vestuario serán los encargados de transmitir ese aprendizaje a los recién llegados. Nuevos compañeros "que son muy abiertos y están predispuestos a aprender", apuntaba Mariño. Una plantilla multicultural en la que, "con un poco de inglés y el lenguaje del fútbol nos comunicamos perfectamente", reconocía.
De entre las ausencias, el meta tenía palabras para Borja Viguera, "gran amigo y compañero que aquí no lo pasó muy bien y pese a ello era un ejemplo en los entrenamientos y cada día tenía más hambre a pesar de los palos", concluía.
