Fin a una vida rojiblanca

Corría el minuto 52 de partido y Pablo Pérez era el escogido para ser el primer cambio del Sporting de Gijón. Cuando el cuarto árbitro alzó en la tablilla el número '15', El Molinón lo notó. Se dio cuenta de que era el final de una vida rojiblanca, de una carrera pegada al escudo del Sporting. Él mismo lo demostró en el momento del cambio.

En vez de acudir al banquillo directamente, Roberto Canella fue al encuentro de todos sus compañeros. Incluso el portero Christian Joel acudió a abrazar a su capitán, en un cambio que se demoró varios minutos. Todos querían despedir al portador del escudo rojiblanco. No era para menos. 12 temporadas como rojiblanco dan para muchos momentos para recordar.

A lo largo de su trayectoria como rojiblanco, el lateral de Pola de Laviana ha completado más de 300 partidos como miembro de la primera plantilla. Un jugador querido en el club y en la afición que pone fin a una etapa. Aunque aún no hay nada seguro, como el mismo reconocía al terminar el partido. "Parece indicar que es mi despedida, pero no es oficial", comentaba Canella al finalizar el encuentro. También añadió palabras de cariño para la afición. "Me quedo con el cariño de la gente, que siempre me ha tratado muy bien.", dijo el lateral. Por ejemplo, el cariño quedaba reflejado en el último entrenamiento, con una pancarta de apoyo al asturiano. 

Al terminar el encuentro, el rojiblanco recibía el cariño de todo el vestuario con un manteo sobre el césped ya vacío de El Molinón. El campo que tantas veces vio a Canella fue testigo de la despedida de todo un emblema del sportinguismo, Un jugador que puso punto y final a una vida entera en rojiblanco.