Alberto García, quemado con los goles de Valladolid

El Sporting de Gijón sufrió en Valladolid la mayor goleada desde que Abelardo Fernández se sentó por primera vez en el banquillo rojiblanco. En la portería se encontraba Alberto García, un hombre que reconoció que no lleva nada bien haber encajado los tres goles el pasado sábado en Pucela.

No todo iba a ser como el primer día en el regreso de Alberto García a la titularidad en el Sporting de Gijón. Sus primeros minutos de la temporada en Liga llegaron en Girona tras la lesión de Cuéllar. El guardameta dejó la portería a cero en los 25 minutos que estuvo sobre el terreno de juego y el equipo sumó un punto en un campo tan complicado como es Montilivi.
El segundo examen para Alberto fue la visita del Mirandés a El Molinón, el choque terminó con una goleada de los rojiblancos que llegaron a pasar momentos de apuro, sobre todo cuando el Mirandés recortó distancias en el marcador.
La tercera prueba fue más difícil que las anteriores, tocó visitar al Valladolid y el resultado no fue el más agradable para nadie. "Lo llevo muy mal, a mí me duele todo lo que me sucede, tenemos orgullo personal y deportivo e intentas digerirlo y levantarte. No me gusta que me metan un gol ni en el entrenamiento y al portero que le guste encajar goles no refleja lo que entiendo como guardameta. Todo lo que no sea en beneficio del equipo me quema en el interior", comentó Alberto sobre el partido en Valladolid.
Si la tercera estación fue complicada, ahora toca el más difícil todavía. El lídero visita El Molinón con la estadística a su favor ya que de los últimos cinco partidos contra el Sporting de Gijón, Las Palmas ha ganado cuatro y ha empatado uno. "Las estadísticas están para romperlas y dicen la probabilidad que cuanto más se repita la misma situación, más fácil es romperla. Ojalá termine este fin de semana la mala racha con los canarios", aseguró.
Por segunda semana en lo que va de campaña, la plantilla tiene que asimilar una derrota en Liga y Alberto explicó que "todos nos acostumbramos a lo bueno y no siempre es todo tan bonito. Ahora veo a la gente muy centrada en todo porque entienden que todos los partidos no se pueden ganar y sí exigen que seamos competitivos".
El portero ya tiene la mente puesta en Las Palmas, pero no olvida los tres goles que encajó el pasado sábado. Una buena actuación del equipo el domingo en El Molinón seguro que hace olvidar cualquier pena.