Pese a la llamada a la tranquilidad de Mumbrú, entre ambos equipos hay un abismo de calidad. En el Arena Samokov los vizcaínos rompían el choque en el tercer cuarto propinando un rapapolvo de 21 puntos al rival más fuerte del grupo. Y eso que Raül López no viajó, Hervelle jugó con 38º de fiebre y Adrien Moerman se lesionaba en el tobillo.
Los de Marin Dokuzovski, aún así, cuentan con buenos elementos, en su mayoría estadounidenses, y una cierta anarquía en el juego que a veces genera 'empanadas' en el rival.
En la ida destacaban sobremanera el pivot americano Darryl Watkins y el cañonero Devin Green. Aunque lo cierto es que como grupo estuvieron nefastos en el tiro, erraron muchas canastas fáciles y en triples firmaban un pobre 4/18. Por ello conviene no pensar que está hecha la victoria y que seguro que son capaces de acertar algo más.
Por parte bilbaína todo es alegría porque el equipo va lanzado. Siete victorias en nueve jornadas de ACB, con una histórica segunda plaza, y triplete de victorias en Europa. Las cosas salen y hay varios hombres en un gran momento como Kostas, con 28 puntos en Fuenlabrada, y los incombustibles Mumbrú y Grimau, que tiran con fuerza del carro.