La tarde empezaba con un emotivo minuto de silencio por la fallecida jugadora del Bidegintza Maialen Molina. Congoja por dos vidas tan jóvenes perdidas, y deseo general de brindarles un homenaje en el Bilbao Arena ante uno de los colistas de la liga. Y acertadísimos salían los MIB acumulando canastas y tapones, para establecer un 6-0 de partida. Un inicio prometedor que sin embargo daba paso a unos instantes de locura donde se acumulaban errores y tiros desacertados. De todas formas la diferencia de plantillas y dinámicas es tan acusada que los de Katsikaris se íban de doce puntos sin pestañear. Hervelle campaba a sus anchas en la zona catalana, y el pero era el tiro exterior, donde los de Ponsarnau eran los que metían los triples (Devries). Con eso y todo el primer cuarto, jugando al ralentí, se cerraba 19-14.
Verlo tan fácil produjo un exceso de confianza y los manresanos se ponían a 3, con un Salva Arco que tiraba de manita aprovechando que los bilbaínos relajaban la defensa. Pero todo era cuestión de volver a enchufarse, Rakovic (con un canastón) y Moerman daban otro acelerón para el 31-21. Los triples empezaban a entrar y Pilepic ponía una máxima de +13 dentro de una obra coral. Todos contribuían y solo chirriaban las tres faltas de un sobreactuado Zisis, llegándose al descanso con el excesivamente corto 43-35 tras un triple anulado a Hanga por lanzar fuera de tiempo.
La segunda parte comenzaba con el habitual calentón de los MIB. El primer triple de Kostas y un mate de Lamont Hamilton establecían el 52-37. Tan solo Troy Devries mantenía el pulso vivo con sus tiros a la espera de que los de Fotis dieran el hachazo definitivo. El tercer cuarto íba a ser el del 'momentazo' del dúo Hamilton&Kostas con varias acciones espectaculares llevando cada una su sello personal. El penúltimo acto se cerraba con sensación de economía de energías y un definitivo 67-50 en el luminoso tras un vitoreado mate de Milovan Rakovic casi sobre la bocina. Todo muy bonito pero preocupó ver a Vasileiadis irse al vestuario mareado para luego no volver a disputar ni un minuto.
En pista el pulido seguía su curso y Raül López abría el cuarto con un triple, seguido de un gancho de Adrien Moerman, que ponía un +22 de distancia. Asunto resuelto y marca histórica para los hombres de negro, con ocho victorias y dos derrotas, camino de ser cabezas de serie en la Copa a disputar en el Buesa Arena en el mes de febrero. La recta final hizo buena la expresión yankee de los minutos de la basura, que tan solo condujeron a firmar los guarismos finales. Lo mejor fue un gran mate de Moerman, que parece que va a más si las lesiones le respetan; y un 2+1 del pujante Fran Pilepic. La cosa acabó 83-63, 20 arriba.
Estadística oficial de la ACB del partido.