No empezó bien el choque para los de Katsikaris en el retorno a la pista de su debut europeo como club. Pero no se crean, peor era la empanada de la TV montenegrina que a los hombres de negro los rotulaba con el escudo... ¡¡del Athletic!! Arrea. Fran Pilepic tenía que coger hoy el relevo en el quinteto y en el tiro exterior del lesionado Kostas Vasileiadis. A los montenegrinos no se les escapó el detalle y constántemente concedían la línea mágica a unos MIB poco acertados. Tuvo que ser Hamilton quien destapara la lata después de casi 3 minutos y con un tiro de 5 metros. Los de Radonjic pusieron un 8-2 que denotaba que tenían más cosas en juego, así lo parecía hasta que Mumbrú daba un golpe en la mesa. El badalonés ponía el empate a 10 con 8 puntos suyos. Pero el 9-1 en rebotes lo decía todo en cuanto a intensidad, y los locales llegaban a mandar en breve por seis. Ahí cambiaría gradualmente la tendencia conforme la calidad bilbaína se imponía y con la base de cuatro triples anotados los vizcaínos cerraron el primer cuarto con un 23-24.
Con Raül, Rakovic y Grimau en pista el segundo acto empezaba mucho más entonado para los nuestros. Los MIB se íban de siete (27-35) con unos porcentajes atinados y provocando muchos errores en los pases de los eslavos merced a una defensa muy seria. Curiosamente la muchachada vizcaína parecía tener más puntería de lejos que de cerca, porque hubo incluso un airball de Hervelle. Bunic y Vitkovac mantenían el esfuerzo montenegrino, pero su bando se íba desinflando minuto a minuto. Grimau ponía el +9 posteando, aunque en el partido en general había poca chispa, la falta de público seguramente no ayudaba a que la salsa tuviera 'sustansia'. Eso lo aprovecharon los de Radonjic con una zonita para volverse a acercar en el último tramo pese a llevar un infame 0/9 en triples. Zisis mandaba a todos al descanso con un canastón para el 39-43. El base griego dejaba 12 puntos anotados, por 10 de Mumbrú.
Mientras que la TV de Montenegro por fin habían encontrado el escudo del Bilbao Basket en internet, los chicos de Fotis sí que salieron sopas del descanso. Un 9-3 obligaba a Fotis a pedir tiempo y a meter a Raül para recuperar el oremus. Los MIB ya no tiraban de fuera, se empeñaban en lanzar manoletinas individuales que bajaron rápidamente el nivel de acierto, mientras que sus rivales se hinchaban a tirar desde el 4,60 (21 por 4). El primer triple de Raül servía para empatar a 52. Pero paulatinamente la diferencia de rebotes y los segundos tiros permitió a los de casa marcar un 57-52 que ponía en peligro el basket-average.
El último cuarto exigió un paso al frente, por ejemplo de Hamilton, que a esas alturas llegaba con 2 puntos y un rebote. Es fácil pensar que con la ausencia de Kostas, el máximo anotador de la plantilla, la maquinaria negra se estaba atascando y cada canasta era un suplicio. El pivot de NY se puso serio y un triple suyo les ponía a dos a falta de 4:24, e incluso a uno, con un tiro a tabla celebrado como un anillo NBA 63-62. Zisis, viejo zorro, apretaba un empate a 64 a falta de 2 minutos. Llegaba la hora de los valientes.
Un rebote de ataque de Hervelle, también missing, y una buena defensa de Grimau, demostraron que cuando el equipo grande se faja siempre tiene cartas. El problema es que primero se jugaron horriblemente con el habitual naranjazo de 8 metros, pero al final Hamilton lo solucionó con un 2+1 tras una asistencia de Raül que valió toda una primera plaza. Suspiro con el intento triple sobre la bocina de Ivanovic que no entró, así que 66-68, y cinco de cinco para los MIB.
Estadística oficial de la Eurocup.