Juan Ignacio “Pepe” Sánchez regresó a su Argentina natal en la temporada 2009-10, tras haber pasado por Alicante, Málaga, Barcelona y Madrid, y volvió con dos ideas en la cabeza: seguir jugando mientras el cuerpo y la mente aguantaran y, sobre todo, recuperar y volver a hacer grande el club de sus amores, el Estudiantes de Bahía Blanca.
Compaginando un doble papel, como jugador y presidente del club, ha puesto en marcha su proyecto, siguiendo un modelo de gestión nunca antes utilizado en su país, pero que él bien conoce.
Arranca un proyecto novedoso
“Estudiantes es un club histórico en la Liga Nacional, con una historia muy rica, pero que atravesaba un momento de crisis extrema, hasta el punto de tener que dejar la máxima categoría por temas económicos”, explica Pepe Sánchez.
Como cuenta el base internacional, “la idea fue crear Bahía Basket, otro entidad, que reuniera a los 21 clubes que había en la ciudad y fusionarlo con Estudiantes que solo representaba a una parte. El club estaba en un muy mal estado, en cuanto a la infraestructura, y hoy, como fruto de esta fusión, por llamarlo de alguna manera, está recuperado estructuralmente y cuenta con un gran número de jugadores, no solo de basquet, sino de otras disciplinas también”.
Y cuando puso todo esto en marcha, el objetivo era claro. “La visión era cambiar el paradigma del deporte argentino y a su vez devolverle a la ciudad ese sentimiento de pertenencia y orgullo de ser capital del basquet en Argentina”. No en vano, como muy bien recuerda Pepe Sánchez, “por este club pasaron Manu, Jasen, Espil, yo mismo y tantos otros. Bahía Blanca es la cuna de grandes jugadores, entrenadores, árbitros y dirigentes del país”.
Los comienzos, como era de esperar para un proyecto de esta magnitud, no fueron fáciles, pero todos los que se implicaron en él multiplicaron sus esfuerzos para conseguir llegar al lugar esperado.
Compaginando la cancha con el despacho, Pepe Sánchez ha conseguido llevar adelante su sueño, después de unos inicios complicados. “Ahora, en este tercer año y con más de 20 personas trabajando en el staff de la organización, todo es más sencillo. Lo más difícil fue ir armando el grupo de trabajo. Mientras competía, tenía que ir trazando una línea de calidad en cada puesto y cada área de trabajo, de acuerdo con mis exigencias”.
Todo esto hizo que “el primer año fuera difícil, porque éramos pocos y teníamos que multiplicarnos. Había que fichar a los jugadores y al coach, conseguir los sponsors… hasta enseñar que la cancha debía estar impecable media hora antes de cada entrenamiento. ¡Absolutamente todo!”.
Pero, poco a poco, los resultados fueron llegando. “El segundo año fue un poco mejor y en este tercero estamos, casi, llegando a un punto de calidad óptimo, aunque nos falta un año más para terminar de engrasar todo”.
Y, pese a todo ese gran esfuerzo, los resultados obtenidos hacen que se olviden esos malos momentos. “Es duro, pero es una experiencia muy enriquecedora y si pude hacer esto, puedo hacer cualquier cosa”, bromea el presidente del Weber Bahía Estudiantes.
La estructura antes que los resultados deportivos
Aunque, como es lógico en cualquier entidad deportiva, los buenos resultados en la cancha son los objetivos que se persiguen, Pepe Sánchez quiso, al poner en marcha su proyecto, que el cambio estructural prevaleciera antes que la consecución de esos resultados.
“Aquí hemos invertido la pirámide: primero está la organización y la infraestructura, y después lo deportivo. Hasta que alcancemos cierto grado de calidad y excelencia en estos temas, no podemos pensar en destinar una mayor parte del presupuesto al equipo”, explica Pepe Sánchez, quien destaca que “primero está el confort del espectador, generar un espectáculo (mascota, pantallas led, entretenimientos, etc), cuidar al jugador en todo los aspectos (vestuario, viajes, hoteles de primera, nutrición, estar al día con los sueldos, etc)…”.
Y, tras todo esto, “están la organización profesional (atípico en Argentina), donde todos son profesionales pagados, divididos en áreas y bajo un plan de gestión que contiene un Manual de Procedimientos que obedecer, nada se deja al azar”.
Además, “hacemos un trabajo muy comprometido en el aspecto social, fomentando el basquet en los clubes y con diferentes acciones sociales en la comunidad. De hecho tenemos una persona dedicada exclusivamente a este tema”. Un claro ejemplo de esto es que desde el club han creado “un Plan de Becas para jugadores jóvenes de la ciudad, donde Sebastián Ginobili, que también jugó en España, es uno de los encargados de llevarlo adelante”.
El modelo ACB como referente
Como bien ha explicado Pepe Sánchez, en Argentina no están acostumbrados a una gestión tan profesionalizada. Hasta su llegada, ningún club estaba dirigido de esta manera y, por eso, ha despertado la admiración de muchos de sus “rivales”.
Su experiencia en España, donde conoció de primera mano una forma de hacer las cosas muy diferente a la que se sigue en su país, le ha servido de mucho para llevar adelante su proyecto. “Sí, la ACB ha sido uno de mis grandes referentes, puesto que yo jugué allí muchos años y pasé por grandes equipos. He sacado muchas cosas de cada club por donde pasé y la idea es poder visitarlos el próximo verano para seguir aprendiendo y mejorando cosas”.
Y no sólo para la gestión se ha fijado en el funcionamiento de los clubes ACB, también le gustaría importar el modelo de competición. “La Copa del Rey debería ser un objetivo a imitar por nuestra Liga, entre otras muchísimas cosas. Sin duda, la Liga Endesa es la mejor liga de Europa”.
La implicación de otras grandes estrellas
Pero Pepe Sánchez no está sólo en todo esto. Junto a él se han embarcado en el proyecto otros muchos jugadores, algunos de ellos viejos conocidos de la afición española, que también salieron de este club. No en vano, Bahía Blanca siempre ha sido conocida como la cuna del baloncesto argentino.
“Juan Alberto Espil es ahora Director. Deportivo y Ale Montecchia está en su tercer año como asistente técnico. Víctor Baldo juega en el equipo y hasta hace muy poco lo hacía Marcus Fizer… Sin duda, hay mucho sabor ACB en el Weber Bahía Estudiantes”.
Además, en varias oportunidades Manu Ginóbili, la gran estrella argentina en la NBA, ha mostrado su apoyo a este proyecto y no descarta unirse al mismo en un futuro, como explicó recientemente en una entrevista publicada en el diario argentino Olé.
Todos ellos, unidos, siguen trabajando duro para consolidar el club y llevarlo a lo más alto en la Liga Nacional. “Nosotros trabajamos en estímulos de 4 años, con diferentes objetivos para cada uno de esos cuatro. Así es más fácil trabajar a largo plazo y ser predecible. Lo comunicamos públicamente, presentamos los objetivos deportivos e institucionales y hacia allá vamos. Todo está escrito y se comunica. El año que viene debería ser el año más alto en lo deportivo, compitiendo por ganar la Liga”, confía.
Llegan los reconocimientos
Y con el club y el equipo ya a pleno rendimiento, los reconocimientos y apoyos han ido llegando. Así lo relata Juan Ignacio Sánchez, quien recuerda que “el apoyo ha ido creciendo gradualmente, y hoy ya es algo de reconocimiento nacional. Tenemos un apoyo grande de empresas de renombre. Weber, empresa francesa de materiales para la construcción, ha sido y es nuestro principal sponsor y quien confió en nosotros desde un primer momento”.
Pero para llegar a esto, hubo que seguir “un camino que incluyó infinidad de reuniones. No es fácil cambiar mentalidades y el deporte en Argentina sólo tiene una variante, que es ganar. Nuestra propuesta fue totalmente opuesta y, de hecho, ninguno de nuestros sponsors está con nosotros por lo deportivo, sino que está por la asociación a nuestros valores y sumado a las acciones de responsabilidad social que desarrollamos”.
Desarrollar este modelo de gestión en el resto de clubes y renovar la propia Liga Nacional Argentina, deberían ser, en opinión de Pepe Sánchez, los próximos retos del baloncesto en su país. “Los cambios a nivel de la Liga deberían ser muchos. Estamos muy atrasados a nivel de comunicación, prensa y marketing, fundamentales en el mundo hoy. El nivel deportivo es muy bueno, con casi todos los jugadores regresando de Europa y muy buenos extranjeros, pero estamos muy atrasados en estos otros aspectos”.
Pero mientras todo esto sucede, el que fuera campeón olímpico en Atenas 2004 y el primer argentino en jugar en la NBA, además de campeón de la Copa del Rey y de la Liga ACB, continúa trabajando para el club de sus amores, en la pista y en el despacho.
“Ahora estoy de baja por problemas en la espalda, aunque espero regresar en las próximas semanas. Mi idea es jugar la temporada que viene y luego retirarme para dedicarme de lleno a la gestión”.
Y, preparándose para cuando llegue ese momento, “estoy haciendo cursos para mejorar y aprender, aunque la experiencia de campo que me ha dado manejar un equipo profesional, desarrollándolo desde la nada misma, creo que no se aprende en ningún curso de management. Es apasionante poder cambiar realidades”.
Consolidándose en la Liga Nacional Argentina, Pepe Sánchez y el Weber Bahía Estudiantes se han convertido en un modelo a seguir. Pero la ilusión no decae y, por eso las metas van cambiando, pero no desaparecen. “Otros jugadores como Manu y Luis Scola tienen intenciones de regresar al país en algún momento e involucrarse. Espero que todo el trabajo realizado sirva para alimentar esa motivación, porque ellos realmente pueden cambiar realidades con su inteligencia y la preparación que han obtenido en estos años”, concluye.
Paloma Canosa / acb.com