En la revista Gigantes del basket, Gavalda apunta que "habría que repartir mejor y luego entender que hay que preservar las necesidades de todo el mundo. Nosotros no planteamos romper una decisión asamblearia porque no es nuestro cometido, pero sí sabe mal, y ante eso lucharemos, una situación desventajosa de una persona que está sentada en el banquillo".
La asociación cree que "el segundo entrenador, el tercero, el delegado, el médico, los fisios y los jugadores sí pueden comprometerse con las selecciones que les toquen, y el primer entrenador, no. No soy un experto en Derecho Constitucional pero parece que esa situación está a pierna rota. Convendría actualizarla. Es lo que hemos propuesto a la ACB. Oigan, revísenlo, redacten la norma como quieran, pero que no sea tan peyorativa en tanto en cuanto unos sí y otros no".
En la publicación se le plantea además si lo de Fotis puede ser un rodeo a la ley. "Sorprende que esa norma al final provoque roces. El objetivo es que al final sea el presidente y el entrenador los que decidan lo que se quiera hacer para que no haya aristas raras, interpretaciones, criterios, amenazas... Todo eso sobra. El baloncesto de hoy en día tiene cuestiones mucho más importantes y difíciles de solucionar", explica.
"Con sentido común y buena voluntad se encontrarían acuerdos sin perjudicar a nadie. A lo mejor soy muy ingenuo. No parece normal que una persona que está sentada en el banquillo se sienta perjudicada en paralelismo con el resto del mismo. Nuestra posición es clara. Primero, repartamos los puestos de trabajo. Segundo, si a los mejores les quieren, regulemos que, si el entrenador está contratado por alguien, decida el que contrata si le deja o no le deja ir. A lo mejor es demasiado simple", remata el dirigente catalán.