decía el pívot croata, que cree que la clave estuvo al final: "Nos preparamos para el partido y luchamos hasta los dos minutos finales. Pero entonces perdimos nuestra concentración e hicimos dos o tres errores lo suficientemente importantes para perder el partido. Al final no alcanzamos el nivel que colocó el Zalgiris, que tiene buenos jugadores, son muy agresivos y jugaban en casa. Así que el poder de los aficionados, el juego agresivo y los buenos jugadores le permitieron ganar. Esta vez creo que no jugamos al 100%. No puedo estar orgulloso de mí ni de mi equipo, hicimos demasiados errores".