El Uxúe Bilbao Basket queda en la UVI tras perder en Riga (99-76)

Con un parte clínico muy preocupante vuelve el Uxúe Bilbao Basket de Letonia. La aplastante derrota ante el VEF en el Riga Arena (99-76) obliga a los bilbaínos a ganar los cuatro partidos que quedan para poder acceder a cuartos de final. Los de Katsikaris siguen sin chispa y han vuelto a dar una pésima impresión ante un rival en el que EJ Rowland ha dado un recital con 30 puntos.

A nadie se le escapaba en el bonito pabellón letón la importancia del partido de este martes, tal vez por eso Hervelle fallaba una clara bandeja en la primera jugada del encuentro. De hecho los nuestros se comieron un 8-0 de salida que provocaba los primeros sudores fríos hasta que Mumbrú abrió la cuenta con un triple. Hubo que ponerse las pilas para frenar a Kaspars Berzin y poder igualar rápidamente el marcador, porque lo de los malos inicios es para estudiarlo. 
Alex era el único baluarte bilbaíno ya que Hamilton, Kostas o Zisis seguían desconocidos en la parcela ofensiva, lo que obligó a Fotis a mover el banco bien pronto. Se frenaba momentaneamente al base Rowland, sí, pero no a sus compañeros. Las alternativas en el luminoso eran constantes aunque los de Batautas aprovecharon su manita en los triples, con Janicenoks a la cabeza, para volver a abrir un pequeño hueco. Así el primer cuarto se cerraba con 25-21 y la sensación de que habría que defender mucho mejor.
Pero no empezaba mejor el siguiente acto ya que los bálticos apretaban con su velocidad y Mumbrú, que llevaba 8 puntos, cometió en nada su tercera falta. Fueron Raül y Grimau quienes cogieron el relevo a la par que la defensa vizcaína empezó a enseñar mínimamente los dientes, al menos todos menos un Hamilton que tiene bastante mosca a Katsikaris en ese apartado.
El peligro era que el choque discurría siempre en desventaja y con un ritmo eléctrico totalmente beneficioso para los locales. Hasta 9 de sus hombres habían anotado al descanso y con unos porcentajes además muy superiores a los visitantes debido a tiros sin oposición. Menos mal que a última hora Kostas resucitó con sus triples porque la cosa olía a estropicio gordo. Su agresividad era mucho mayor, metían manos, atacaban todas las líneas de pase y el 50-44 al final de los primeros 20 minutos, con triple salvador de Vasileiadis sobre la bocina, hasta sabía bien. Por lo menos el Uxúe seguía vivo, lo que no era poco, ya que sus 9 jugadores con minutos tenían valoración negativa en ese momento.
En el vestuario se ve que hubo fotina porque un parcial de 0-7 saludaba el inicio del tercer cuarto. Lástima que ahí en vez de seguir acertados se perdieron varios balones tontos que volvieron a dar el liderato a los letones con 7 puntos arriba. Katsikaris no dejaba de buscar combinaciones, incluyendo a Rakovic, pero la clave seguía estando en la defensa. Cuando se arrimaba el hombro se acortaban distancias, cuando se les dejaba tirar la verdad es que ellos tenían el día.
El Riga castigaba con canastas sencillas cada error y con 68-58 hubo que pedir oxígeno porque perder era más que una derrota. Se jugaba con una velocidad menos y ni siquiera se podía en la pintura con un equipo netamente exterior en el que Rowland daba ya un recital. El yankee, atómico, anotaba el décimo triple local desde su casa para un 75-61 que ya sonaba a funeral vikingo. Lo curioso es que los de Batautas habían metido, cual reloj suizo, 25 puntos en todos los cuartos. Y así fuera de casa no hay manera de ganar.
El último periodo, con 20 puntos abajo ya era un suplicio que hacía pensar en el cansancio y la falta de chispa que padecen los vizcaínos. El equipo de los MIB está bajo mínimos y hay que confiar en que el bajón de paso a una curva ascendente cuando llegue la Copa. Si no es así el año se puede estar yendo por la borda, lo que tendría delito para un equipo con 11 'kilos' de presupuesto. Al final (99-76) y caras de duelo. No es para menos, hasta el basket-average ha volado hoy.
Estadística oficial de la Eurocup.