Puede parecer un contrasentido viendo la paliza recibida por los artistas de Pablo Laso. Diferencia no justa después de un extraordinario primer tiempo de los dos equipos. Pero es lo que tiene competir ante los grandes y no resistir. Si el jueves fueron 30 minutos, ayer fue más o menos lo mismo. Queda el desquiciamiento del último cuarto, los pocos puntos en la segunda mitad. Es difícil encontrar un punto para revertir esto. Los árbitros, se ha comprobado otra vez, no van a echar ningún cable.
Soñó el Unicaja con tumbar a los blancos en la primera mitad, jugándole de tú a tú. Si el jueves rebajó puntos, ayer intentó hacerlo con las mismas armas blancas. COn un extraordinario Luka Zoric, con Calloway intenso, con buenas circulaciones de balón y acierto y con Repesa haciendo unas rotaciones más largas. El Madrid desatado, pero el Unicaja a su misma altura (46-50).
Pero después vino la cruda realidad. El Madrid siguió prácticamente con el mismo ritmo anotador y el Unicaja no lo sostuvo, acabó encallando ante la defensa blanca, que no sólo vive de puntos el Madrid. Y no hubo manera, la diferencia llegó hasta los 28 puntos (61-89). Al final, amago de tángana con Sergi Vidal y Slaughter, que acabó, con mal gusto, lanzándole un beso al público cuando le increpó. Rudy crea escuela.
Ficha técnica
Unicaja (24+22+13+8) 67: Williams 11, Simon 5, Dragic 0, Panko 5 y Zoric 20 -quinteto inicial-. Lima 0, Vidal 7, Urtasun 3, Calloway 10 y Vázquez 3.
Real Madrid (28+22+16+23) 91: Draper 3, Llull 12, Rudy Fernández 4, Mirotic 12 y Begic 8 -quinteto inicial-. Reyes 9, Sergio Rodríguez 14, Hettsheimeir 4, Carroll 12 y Slaughter 6.
Árbitros: Pérez Pizarro, Peruga y Planells. Sin eliminados.
Incidencias: 18ª jornada de la Liga Endesa. Palacio de los Deportes José María Martín Carpena. Unos 9.000 espectadores