Se da la circunstancia de que tres jugadores completaron más puntuación numérica. Maciej Lampe y Nenad Krstic (35 puntos) más Zoran Planinic (32), pero sus respectivos equipos (Caja Laboral, CSKA y Khimki) perdieron sus respectivos encuentros. Para ser MVP, según los criterios de la Euroliga, el equipo del jugador debe haber ganado el partido, como sí hicieron Unicaja y Fenerbahce.
Williams sí fue el máximo anotador de la jornada, con 28 puntos, todos ellos conseguidos en los tres primeros cuartos, 16 de ellos en el tercero. El base hizo 3/5 en tiros de dos, 6/12 en triples y 4/5 en tiros de campo, con cuatro asistencias y tres rebotes. Falló un par de triples en el minuto final que, de haberlos metido, le hubieran hecho mejorar la estadística y tener el galardón en solitario. "Era un partido duro para nosotros y para mí personalmente, habíamos perdido siete partidos seguidos y simplemente salimos a jugar nuestro partido. Fue ajustado, tuvimos confianza y jugamos una buena defensa en la segunda mitad", resumía, sin darse importancia, tras el partido Williams.