Para ello los de Katsikaris deberán dar una imagen bastante superior a la ofrecida en el Carpena de Málaga, donde es probable que la cercanía de la cita continental pesara lo suyo. Un pésimo rendimiento el que se ofreció en la jornada de Liga Endesa, con solo cinco jugadores anotando, que es de suponer quedará en el olvido ante los de Thorsten Leibenath.
No es raro en la plantilla vasca dar bandazos, por lo que se espera que esta vez toque la cara seria para evitar soponcios, como ocurriera en el inicio de esta copa, en la que se estuvo cerca del desastre y hubo que ganar luego hasta cuatro partidos consecutivos para meterse en cuartos.
En cuanto al rival, que a su vez cayó derrotado ante el Ludwigsburg 79-73 en partido de la liga alemana, es un equipo desconocido por estos lares pero eficaz en su juego, y algo ciclotímico por aquello de su amplia nómina de jugadores americanos. Capaz de lo mejor y de lo peor, llama la atención que pese al ambientazo de su Ratiopharm Arena (siempre repleto) ha ganado más choques fuera que en casa en esta Eurocup.
Conjunto peleón y tenaz pero poco defensor, en cuyas filas destacan el organizador germano Per Günther, el cañonero Allan Ray (17,4ppp), y el lento pero rocoso pivot yankee John Bryant (14,3ppp y 9,3 reb); siendo otro de los puntales el alero Steven Esterkamp.
Por parte vizcaína el reciente aita Raül López ha viajado y este lunes pasará una prueba en el entrenamiento. El resto todos están disponibles para que el sueño del curso tenga unos buenos cimientos. La vuelta se disputará el martes 12 en el Bilbao Arena de Miribilla. Si todo sale bien ante los teutones el cruce de semifinales saldría de la eliminatoria entre el BC Budiveinik Kyiv y el Spartak St. Petersburg a jugárse el 20 y el 27 de marzo. Pero antes hay que ganarse sobre la cancha el derecho a estar allí.