"Tendremos que jugar dos partidos muy difíciles, pero por suerte saber que nos lo vamos a jugar aquí nos da un plus de confianza y viendo cómo nos fue contra el Ulm da cierta seguridad de que podemos hacer las cosas bien", ha subrayado el base catalán antes del entrenamiento celebrado en Miribilla.
López ha advertido de la dificultad que entrañará esta última eliminatoria previa a la final de Charleroi ante un rival que ha apeado a un equipo, el Spartak de San Petersburgo, que "era favorito" después de haber ganado en Rusia por once puntos de diferencia.
El catalán ha recordado que durante su etapa en el Khimki ruso jugó "un par de veces" en el Palac Sports de Kiev, una cancha "un poco fría, típica de la países de la antigua Unión Soviética", aunque ha avanzado que se medirán a un contrario "muy difícil" del que ha destacado a su ex-compañero en el Girona, Dainius Salenga.
Acerca de su estado físico, López ha asegurado que va "mejorando" de la lesión muscular que, en principio, le había descartado para el partido del pasado martes contra el Ulm, aunque finalmente jugó algo más de siete minutos.
"Más que querer jugar, mi intención era estar con el equipo. Es difícil estar vestido de calle en el banquillo en partidos de este tipo. Por la mañana probé y las sensaciones eran mejores que días atrás así que pregunté si podía estar cambiado con la pretensión de ayudar en algún momento puntual", ha explicado.
"Fue importante para estar con el equipo y ser partícipe de la victoria", ha añadido el base, quien de cara al partido del domingo en Madrid ante el Estudiantes ha señalado que su "intención es jugar", aunque dependerá de su evolución en los próximos días.