Una operación relámpago la de la llegada del alero norteamericano, que se gestó el jueves por la noche en un par de horas.
Kinsey lucirá el dorsal número 23, se declaró "preparado para jugar desde ya" y se definió como "un trabajador muy duro del baloncesto, con capacidad para hacer cosas distintas". No se espera que esté a un gran nivel desde ya, pero puede aportar una mano en su debut en Sevilla.