Fran rebasó en Pisuerga esa cifra considerada histórica en la competición doméstica, algo que sólo Fernando Romay consiguió en su carrera. El club le obsequió con un cuadro con una fotografía suya. Su pequeño, Aitor, fue el encargado de entregárselo junto a su esposa, Ana. El Carpena ovacionó al pívot gallego, que justamente atravesaba el mejor momento de juego desde que volvió a Málaga hace año y medio. Volverá para el play off.