(88-75) "¡Sí, se puede!"

La montaña que queda por escalar sigue siendo altísima. Nadie levantó nunca un 2-0 en un playoff. Pero ningún equipo ha avasallado al Real Madrid esta temporada como lo está haciendo el Unicaja en esta serie. Ha anotado más y ha sido mejor en el cómputo de los tres partidos.

El primer punto se le escapó en la prórroga, en el segundo el factor arbitral le hizo estragos y a la tercera fue la vencida. Desatado, henchido de orgullo y de rabia contenida, el equipo de Plaza aniquiló a un Real Madrid impotente, desbordado.
Fue un partido perfecto de los malagueños. Los mejores 40 minutos de la temporada y quizás de los últimos años. Digna de elogio también la superioridad en la pizarra. Plaza ha ganado hasta el momento todas y cada una de las batallas al afamado Pablo Laso. Hay técnico, hay equipo y hay ilusión nuevamente en el Martín Carpena. Ha vuelto el gran Unicaja. Aquel que competía siempre y miraba a los ojos a los mejores. Y con él ha vuelto su afición, ese abrigo verde capaz de hacer temblar los cimientos del palacio. El rugido atronará en Málaga como mínimo 48 horas más: “¡Sí, se puede!”.
Salió a por todas el Unicaja. Máxima intensidad, cuchillo entre los dientes y mirando al aro blanco con agresividad y soltura. Atrás no faltaban bríos, pero el Madrid se desenvolvió en los primeros minutos con acierto en ataque. Primero fue Rudy, abroncado por el Carpena en cada acción. Luego le dieron el relevo Llull y Darden. Unicaja, bien comandado por Granger, atacaba con fluidez y acierto. El base y Toolson penalizaron al Madrid desde el exterior. Y Fran Vázquez hizo pupa en la pintura. 24 puntos firmó el equipo de Plaza en un primer cuarto brillante en producción ofensiva de uno y otro equipo (25 anotaron los de Laso).
El segundo acto agigantó aún más a Fran Vázquez. Imponente bajo los aros. Su serie sólo está al nivel de los elegidos. Arteaga disparó los decibelios del Carpena con una técnica a Plaza. Pero Unicaja no se descentró y siguió anotando y jugando al límite. Minimizó pérdidas, ganó cierto poso defensivo, tiró mejor y reboteó más. Como sucediera en Madrid, Unicaja alcanzó el descanso arriba en el marcador: 50-45.
Huyendo de esa especie de maldición que persigue al Unicaja en los terceros cuartos, el equipo verde desarboló a su rival al regreso del vestuario. Mirotic estrenó el cuarto con un triple y los de Plaza respondieron con un 14-0 demoledor. Una canasta de Granger por aquí, un mate de Vázquez por allá, dos triples de Caner-Medley y Toolson y el Madrid 16 abajo y naufragando contra la zona dispuesta por Plaza (64-48). Darden detuvo la hemorragia con un triple. Un espejismo. El recital verde continuó y la renta al final del tercer acto se fue hasta los 20 puntos. Su rival, humillado, zarandeado por primera vez en toda la temporada.
Plaza lo vio tan claro que empezó el último cuarto con cinco suplentes: Calloway, Urtasun, Kuzminskas, Hettsheimeir y Stimac. Queda como mínimo otra batalla por delante y el técnico verde jugaba ya el cuarto partido a falta de diez minutos. Nadie ha sido capaz de someter así en todo el año a los de Pablo Laso. Tres partidos después, Unicaja ha sido más que su adversario. Pero las circunstancias le tienen 2-1 abajo. Sigue pareciendo casi una quimera pensar en la final. Pero el convencimiento ha llegado al vestuario malagueño y al Martín Carpena. El Madrid resucitó el espíritu del Unicaja grande que se nos fue de vacaciones durante unas temporadas. Plaza y sus hombres aún no han dicho la última palabra. “¡Sí, se puede!”.
Ficha técnica
88 - Unicaja (24+26+25+13): Granger (12), Toolson (13), Kuzminskas (0) Caner-Medley (14), Vázquez (14) -cinco inicial-, Vidal (0), Urtasun (5), Sabonis (0), Suárez (7), Calloway (7), Hettsheimeir (7) y Stimac (7).
75 - Real Madrid (25+20+10+20): Llull (10), Rudy Fernández (7), Darden (11), Mirotic (11), Bourousis (4) -cinco inicial-, Carroll (8), Slaughter (9), Reyes (7), Rodríguez (8), Díez (0) y Mejri (0).
Árbitros: Arteaga, Bultó y Perea. Señalon falta técnica al entrenador del Unicaja Joan Plaza, por protestar, en el minuto 12.
Incidencias: Tercer partido de la fase por el título de la Liga Endesa ACB disputado en el Palacio de los Deportes, José María Martín Carpena ante 11.000 espectadores