Una de las canastas más sorprendentes del Mundobasket 2014, no por la espectacularidad, sino por lo curioso de cómo acompaña la pelota Raduljica como si se tratase de una continuación en voleivol.
La selección de Serbia, liderada por un genial Milos Teodosic, se clasificó para la final de la Copa del Mundo de baloncesto, en la que se enfrentará a Estados Unidos, al dominar a Francia por 85-90, con un Nicolas Batum excepcional que anotó 35 puntos.
La selección de Serbia salió más enchufada, con más ganas, con nervio, y suyas fueron las primeras ventajas (0-4, min.1). La reacción francesa vino de la mano de Boris Diaw, autor, como contra España, de los primeros puntos de su equipo.