El esloveno, con una venda en su muñeca derecha por un golpe que se llevó durante el Mundial que no le impidió rendir a gran nivel, tiene guardado un lugar fundamental en los esquemas de Plaza y su marcha implicaría un palo duro a la planificación. El técnico tiene reservado, incluso, un papel de base para evolucionar en su juego, mejorando su lectura y paliando posibles ausencias de Granger o Markovic.
Aunque sigue sonando el interés de franquicias de la NBA, el jugador está entrenando en Málaga y quedan menos de tres semanas para el inicio de la Liga Endesa. Como decía ayer el presidente del Unicaja, Eduardo García, poco hay que hacer si la NBA se presenta con dinero contante. Pero, mientras tanto, tocará disfrutar de Dragic, que el domingo jugará ante el Baloncesto Sevilla en la Copa de Andalucía.