El Unicaja se come al Madrid y se escapa como líder de la ACB (99-92)
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No debería irse el 2014, maldita sea. Pero el Unicaja puede presumir de pasar al siguiente año estrenando traje de líder. Ya lo llevaba, pero vencer en casa al Real Madrid y tras una prórroga terrorífica, multiplica los efectos del triunfo. Dos cuerpos le saca ya a los blancos y también al Barcelona, que perdió en casa del Obradoiro. También está en la pelea el Joventut, igualado con los dos gallitos.
Pero estábamos con el Unicaja, que ahora sí que es el verdadero gallito. 99-92, que había que recordarlo, tras endosar 22 puntos en la prórroga al Madrid, que no es poca cosa. Hoy sí es un día para sacar pecho. Hoy Málaga sí es Disneylandia, hoy sí se ha ganado el "respetito". Bravo por los guerreros de Plaza. No son perfectos, no, pero tienen arrestos y eso en el Carpena enamora.
Para competir con equipos como el Real Madrid, con una rotación tan extensa y de tanta calidad, hay que defender muy bien y luego ser inteligente para conducir el partido hacia el terreno que mas te convenga.
Principalmente, a una anotación baja. Pero el 17-29 del primero cuarto fue totalmente lo contrario. Sí entró intenso el Unicaja, pero desde el 12-11 de Suárez que daba la primera ventaja a los de Plaza, el Madrid se enchufó y logró un parcial de 5-18, comandado por el odiado Rudy Fernández, que sumó 11 puntos.
En el segundo, tras ver a Carroll enchufar un triple (19-32), parecía que el sino del encuentro sería ver al Madrid asestar un mazazo al Unicaja. Pero qué bello es el baloncesto, que te concede la redención en segundos.
Un parcial de 8-0 acercó al Unicaja (27-32), que además de defender mejor, conseguía mayor fluidez en ataque. Hubo momentos brutales, como el 3 más 1 de Kuzminskas que hizo de nuevo creer a los verdes (del 28-38 al 32-38).
Porque el Madrid quería irse, pero el Unicaja no le dejaba. Un dos más uno de Mejri puso de nuevo la decena como distancia (34-44), pero a base de corazón, el Unicaja se fue con sólo dos puntos de desventaja.
Granger, a pesar de su cortocircuito con los tiros libres, ajustó su estadística (6/8 en tiros de uno) y acabó el primer tiempo con 19 de valoración. Seguido de Fran Vázquez (15 de valoración). Ambos con 10 puntos lideraron al Unicaja y se inventaron la canasta del partido con un alley hoop con sabor NBA.
46-48 y la sensación de que se iban a ver muchas cosas en la segunda parte. El Carpena, que vibró como en cualquier gran cita, estaba medio listo para la polémica, los gestos de Rudy, la leña de Nocioni, las protestas de Laso.
La afición sabe cómo se las gasta el rival, quedaba por ver en qué estado de madurez estaba el equipo para competir en condiciones semejantes.
El tercer cuarto fue otro baloncesto completamente distinto. Menos acierto, malas decisiones, pero intenso. 57-62 para un Madrid que estiraba algo su ventaja, pero al que se veía incómodo. En el Unicaja el relevo en la anotación lo cogió Thomas, que logró ocho puntos que valían un potosí para los de Plaza.
Diez minutos por delante para despedir 2014 en lo que a basket se refiere y el Carpena ardiendo.
Y fueron diez de los minutos más vibrantes que se recuerdan. Con Granger en plan dominante tanto en dirección como en anotación, con el Madrid desbordado, que habría caído de no ser por los rebotes de ataque de Felipe Reyes y, también hay que señalarlo, por los triples fallados por el Unicaja.
Pero con apenas 24 segundos para el final del partido y 75-77, Green remató una jugada de futuro incierto para llevar el choque a la prórroga.
Granger seguía on fire, puso el 83-77 con un triplazo, pero a falta de 3’15’’, vio la quinta en una penetración de Rudy. Había que jugar sin la estrella del partido el resto de la prórroga.
Y prácticamente no hubo baloncesto. Era todo faltas, algunas discutibles y otras evidentes. Pero qué cosas tiene el deporte de la canasta. Ayón debía haber visto la quinta muchos minutos atrás, pero estuvo en el campo para recibir una falta de Fran. Falló sus dos tiros libres (92-89) y el Unicaja contestó con uno de Fran y dos de Toolson.
Pero el Madrid tiene mucha calidad. Con menos de 20 segundos por jugarse, Llull anotó un triple en la cara de Vázquez. 94-92 y 15 segundos por delante.
Tras un tiempo muerto, con el balón aún sin estar en movimiento, los árbitros pitaron antideportiva a Llull por hacer falta a Toolson. Una aplicación del reglamento que dislocó a los blancos. La falta de costumbre será.
Tanto fue así que Reyes vio la técnica por protestar de manera airada. Toolson finiquitó el partido a base de tiros libres: 99-92. Ahí queda eso.