Activaron el modo caníbal los jugadores del Unicaja, que fagocitaron al Nizhny Novgorod en un partido en el que llegó a tener 26 puntos de ventaja. ¿Quién decía que no se podía comer carne en estas fechas? Vaya vigilia la de los hombres de Joan Plaza (75-94), que con este triunfo ya no son el peor equipo de su grupo.
El Unicaja quiso demostrar desde el inicio que no iba a permitir que el partido en la cancha del Nizhny fuese una pachanga. Entró serio, imponiendo un nivel anotador que era imposible de seguir por el cuadro ruso.
Llegó a tener 17 puntos de ventaja (10-27, tras una canasta de Thomas), con un Kuzminskas especialmente entonado y un quinteto inicial dedicado a defender con uñas y dientes. Tan sólo el ‘pichichi’ Rochestie aguantaba el tirón.
Aun así, el Nizhny dio un pequeño empujón para terminar el primer parcial de manera más decente. El propio Rochestie sacó a Toolson tres tiros libres a falta de dos segundos. Encestó dos para el 18-29.
En el segundo cuarto los rusos apretaron y recortaron de manera absoluta la ventaja cajista. El Unicaja ya no anotaba con tanta claridad y defendía mucho peor. Llegó a ponerse a tres (35-38), pero un inspirado Granger (con dos triples y un tiro libre) ayudó al 42-50 con el que se llegó al descanso. Y casi fueron tres más. Kuzminskas defendió a Kinsey, le taponó y en el mismo rebote probó fortuna desde casa. Y casi le sale un ‘Bogdanovic’.
Resulta curioso, de nuevo con el quinteto Markovic-Stefasson-Kuzminskas-Thomas-Golubovic, el Unicaja abrió con un parcial de 3-13 y puso una nueva máxima en el tanteador (45-63).
Aunque el bullicioso Kinsey trató de liderar la resistencia, el Unicaja continuaba devorando al rival hasta llegar a tener 26 puntos de ventaja, los mismos con los que terminó el tercer parcial (55-81). Golubovic destacó en la anotación con once puntos y una eficacia inusitada.
El último cuarto era un trámite que había que pasar. Comenzó con un parcial de 6-0 el Nizhny, pero no se temía por el resultado. Y eso que apenas anotó cuatro puntos en cinco minutos (64-85). Y así pasaron los minutos, con la expedición pensando en el larguísimo viaje de vuelta, con parada en Madrid para comenzar a pensar en el choque del sábado ante el Fuenlabrada.