Las pretensiones del Unicaja y de Joan Plaza son distintas. Cada uno aprieta pensando en lo que estima más conveniente y no terminan de entenderse. Hablamos de la confección de la plantilla. Porque el técnico, una vez cerrados sus diez hombres principales, quería dos guindas profesionales con nombres y apellidos como Jon Stefansson y Germán Gabriel. Pero en la entidad siguen enrocados porque su intención es subir como mínimo a un jugador de la cantera.
Los nombres están claros: Mo Soluade y Kenan Karahodzic (aunque exista alguno más). Ambos han estado con el primer equipo este último curso de manera asidua e incluso han participado en partidos de la Euroliga. Pero Plaza, a pesar de tenerles cierta fe, cree que para competir con los gigantes europeos y de la ACB necesita otro tipo de complementos más fiables.
Plaza entiende que el rendimiento de Stefansson y Gabriel, adecuado a sus roles y sueldos además, ha sido magnífico y que esa fiabilidad y profesionalidad dará un salto de calidad a una plantilla potente sobre el papel. Sabe que las temporadas son largas y hay mil incidencias (y no sólo en cuestión de lesiones) y contar con estos dos hombres le garantiza un mínimo necesario para afrontar los retos marcados por Unicaja.
En principio el club dio su brazo a torcer y aceptó un camino intermedio. Es decir, uno de los dos profesionales y la última ficha para un canterano. Así que se fue decididamente por Germán Gabriel (a pesar de los últimos contratiempos parece que será oficial su renovación en poco tiempo). Pero Plaza no quería firmar el empate y ha seguido apretando para lograr el 2-0.
El Unicaja no termina de desenrocarse en el asunto del jugador número 12 porque en sus deseos está destinar esa ficha a un canterano (lo económico manda también en esta postura). Y así está Stefansson, esperando novedades y deseando que Plaza se salga con la suya.
El club debería confiar en el criterio de entrenador y contratar a Stefansson. Si Joan Plaza estima que necesita dos profesionales y se compromete a dar minutos a los canteranos cuando sea posible, entonces el club debería atender las recomendaciones del entrenador al cual ha hecho lider de su proyecto y que además adora la afición. Por otro lado, Stefasson es una apuesta segura pues es un enorme profesional que ya la temporada pasada salvo varios partidos con su pundonor, entrega y profesionalidad. La afición aplaudiría la contratación de Stefasson (y de Germán, claro).
Así no llegaremos lejos