Alberto Díaz es miembro de pleno derecho de la primera plantilla del Unicaja. Después de 15 años en Los Guindos, desde que tenía seis, ha conseguido llegar a la tierra prometida, al primer equpo de un club de Euroliga que se entrenaba en su barrio. Iba cada día a ejercitarse andando a la factoría del Unicaja y ahora tiene que ir un poco más lejos al Palacio de los Deportes.
"Más contento no puedo estar", dice Alberto Díaz en Málaga Hoy, donde relata cómo fue la conversación en la que Joan Plaza le comunicó que se quedaba en el primer equipo: "Me transmitió su idea y filosofía y la verdad es que no tenía nada que decir. Intenté mostrarme sereno pero era complicado (risas). Tenía una alegría tremenda". Después, el técnico catalán justificó el porqué de la elección del base pelirrojo. "Trabajo, que yo mejore. Valoro eso, que esté encima mía. Todos los minutos que yo pueda ganar o me pueda dar yo se los agradeceré. Es lo que me pide", dice Díaz sobre las demandas de su técnico.
La experiencia similar que vivió a las órdenes de Repesa, que no salió bien, le sirve al malagueño de bagaje para lo que viene ahora. "Fue un año muy duro y complicado para mí. Jugaba poco, era muy joven... Ahora estoy más maduro, sé el rol que tengo, ayudar y trabajar. Me lo tomo de otra forma, en el sentido de ser mejor jugador cada día, no tanto por los minutos en pista. Es el mejor sitio para mejorar individualmente, es lo que yo busco", asevera Díaz, que quiere aprender mucho de Markovic y Nedovic: "Son dos jugadores top, de nivel Euroliga y mundial. Estoy deseando que vengan y aprender de ellos, para beneficiarme y mejorar".