El Movistar Estudiantes es consciente de la dificultad del rival que le visita, el Valencia, "uno de los equipos que más en forma está de la Liga Endesa", según su técnico Diego Ocampo, y también de la necesidad de dar una alegría a la afición.Tras las dos primeras derrotas en Liga, las alarmas están a punto de saltar en el equipo colegial, no tanto por las derrotas en si sino por la forma en que se produjeron, con un muy bajo rendimiento y sin que se vislumbre algo positivo, al menos en el corto plazo.
La visita del Valencia no es la mejor noticia en esta tesitura, pero los madrileños esperan, al menos, mejorar en el juego y dar una mejor sensación ante sus aficionados.
En el apartado físico no hay ningún problema para Ocampo que podrá contar con todos sus jugadores.
Luchar, defender, rebotear y ser más prácticos en ataque son las claves que apuntó el entrenador estudiantil para intentar "mejorar en el menor tiempo posible", aunque parece una empresa casi imposible ante un Valencia que está demostrando que puede ser uno de los principales animadores de la competición.
Aunque con solo dos jornadas jugadas es injusto sacar conclusiones, lo cierto es que el equipo madrileño está en los últimos puestos de todas las clasificaciones estadísticas por equipos (decimoquintos en ataque, decimosextos en defensa y valoración, últimos en porcentaje de triples) y sólo destaca en rebotes ofensivos, aspecto que lideran con diez capturas.
Los canteranos no han dado un paso adelante y los americanos no se han adaptado todavía a la competición y no aportan lo que se espera de ellos. Así, Nacho Martín y Vladimir Stimac se encuentran demasiado solos para tirar de un equipo en el que no encuentran demasiadas ayudas por el momento.
Otro aspecto que puede lastrar al equipo es la dureza de su calendario, porque tras el Valencia habrá que rendir visita al Iberostar Tenerife y después llega el derbi madrileño como locales y se recibirá al Joventut en la sexta jornada. Un camino lleno de espinas que puede complicar la situación.