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Smith y Hendrix bailan al compás del 'Devotion' (65-77)

ElDesmarque

El Unicaja se viene con un triunfo de Cerdeña sin excesivos apuros (65-77), un calentamiento de lujo ante el Dinamo Sassari antes del partidazo del domingo ante el Barcelona y esa lucha cuerpo a cuerpo por la primera plaza del grupo contra el CSKA de Moscú de la semana que viene. Además se produjo el estreno de Cooley, pero deslució porque fue justo uno de esos días en los que Hendrix se inspira al compás del 'Devotion'. Algo así le ocurrió a Smith, que dio un clinic de tiro.

Es muy de este Unicaja medir al rival con paciencia desde el arranque, palpar sensaciones, quién va y quién no va. El Dinamo Sassari pronto comenzó a dar muestras de ansiedad. Tanta derrota pesa aunque cuentes con buenos jugadores. Varnado sostenía a los italianos, que mantenían una renta mínima, y luego Alexander desde el perímetro recogió su testigo. Pero aun así, entre Hendrix y Smith se bastaron para hacer a los de Plaza ganar el cuarto (23-26).
En este tiempo Cooley ya había debutado y continuó en el segundo parcial hasta que se sentó con dos faltas. Un baile suyo en la pintura puso el 27-36, que en ese momento era máxima ventaja visitante. Haynes con dos triples ayudó a los italianos (a cuyo nuevo técnico le llevaban los demonios) a recortar, pero una vez más Hendrix y Smith lideraron la anotación cajista para el 39-48 con el que se llegó al descanso.
Y con Hendrix y Smith anotando empezó la segunda parte, que junto al triple de Suárez firmaron un 0-7 de salida (39-55). Casi tres minutos empleó el campeón de Italia para estrenar puntos en la otra canasta. Varnado, cómo no (41-55). Y luego casi otros tres para la siguiente de Eyenga (43-58), replicadas ambas por Kuzminskas con un triple y un 2+1 (45-61). El partido llegó a estar prácticamente roto con +18 para el Unicaja, pero dio algo de oxígeno a su rival para entrar en el tramo definitivo 51-63.
Pero no había que temer por el triunfo porque el Dinamo Sassari está en un estado de histeria del que pocos se salvan. Y el Unicaja cuando huele sangre es letal. Sobre todo Kuzminskas, que a lo callado llevaba 11 puntos en 13 minutos (55-72). Volvió a hacer algunos ataques atropellados el conjunto malagueño y Haynes firmó el 60-72 de tres. Por mucho que intentase el equipo local meterse en el partido, no había manera (65-77). Plaza hasta se permitió dar unos segundos Uta.

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