Los partidos de Miribilla son la asignatura pendiente de esta temporada en el Dominion Bilbao Basket, con demasiadas derrotas acumuladas en Eurocup y en Liga Endesa. Por eso y por acercarse a la disputa de la Copa hacía falta ganar este domingo. Y si era con una victoria cómoda ante la fiel Marea Negra mejor que mejor para despedir el año 2015 con una sonrisa... La del 'jefe'... la de Mumbrú.
Al Joventut de Badalona, que llegaba a Bizkaia con 6 derrotas consecutivas, le ha tocado en esta matinal el papel de víctima propiciatoria, siendo superado en el Bilbao Arena por un escueto (visto el encuentro) 85-77. Finalmente no jugó Tobías Borg, como estaba anunciado, pero sí lo hizo Mirza Begic quien también parecía descartado el día anterior por Sito Alonso por problemas físicos. Y el choque, que estaba muy encarrilado en el tercer cuarto con 16 de ventaja, fue un poco en dientes de sierra, ya que se puso al final en un brete, surgiendo el cada día más histórico Alex Mumbrú para lograr la sexta victoria MIB de la presente liga.El 6-7 que marca el status del Dominion Bilbao Basket en esta Liga Endesa 2015-16 no parece de recibo para un equipo de su potencial, aunque los rivales han sido bastante fuertes en general.
Plácido primer tiempo
El Dominion, poderoso, se había ido al descanso 44-31 con un gran Dairis Bertans, quien acabaría el choque con 19 puntos, por 21 del capitán y 15 de Alex Suárez; y al fin del tercer cuarto estaba ya en +16 con 3 tiros libres de Raül López tras una técnica a Salva Maldonado. Los veteranos tiran del carro Pero en el último cuarto se perdió un poco el oremus, arrastrados por el nefasto partido de Clevin Hannah (0 puntos), y los catalanes se han puesto a 3 con un parcial de 5-12 liderado por un Alberto Abalde que lo enchufaba todo. Tuvo que ser un ex de la Penya, el mago de Vic, ahora llamado Molist, y su cuate barcelonés quienes sacarán al equipo del atolladero porque el tema se había puesto feo de verdad. Albert Sabat les puso a los verdinegros incluso a dos con un triple, pero ahí surgió Mumbrú para rematar la faena con 8 puntos consecutivos, dos triplazos incluídos, en apenas un minuto de juego digno de Kevin Durant. Lo suyo es como para hacerle una estatua frente al pabellón.