El Real Madrid, campeón de la Copa del Rey, espera, en su vuelta a la Liga, devolver al Valencia la moneda de la victoria que los levantinos le entregaron en el debut del campeonato al ganar en la capital por 82-88.Sin embargo, este no será un objetivo a conseguir a cualquier precio. El Madrid está ahora más pendiente de la Euroliga, mientras que en la competición doméstica el margen de error es más amplio.
De todas formas, el Madrid no desea dar toda la ventaja a los rivales y caso de ganar los valencianos se pondrían con cuatro victorias de ventaja, más la diferencia de puntos, y quizás sería demasiado para trece jornadas por disputar.
El equipo de Pablo Laso conoce bien las ventajas del factor cancha, una vez llegadas las eliminatorias por el título, y no piensa renunciar a nada.
Tras viajar a Alemania y obtener una importante victoria ante el Bamberg, el equipo fue recibido por el rey Felipe VI por su triunfo copero, por lo que apenas ha tenido 24 horas para poder pensar y preparar el partido ante los líderes de la Liga.
Laso seguirá contando con la baja de Rudy Fernández y tampoco ha inscrito a Trey Thompkins, por lo que tendrá que hacer un descarte más que decidirá horas antes del partido. El senegalés Maurice Ndour parece tener todas las papeletas, como ocurrió en la Copa del Rey.
Además, el próximo miércoles recibe la visita del CSKA de Moscú y eso siempre genera cierto 'despiste' entre los jugadores que tienden a centrarse en el objetivo más interesante y no en el más inmediato.
En cuanto a los antecedentes, en enfrentamientos ligueros, incluidos playoffs, el Madrid domina por 40 a 21. Si es en partidos jugados en Valencia, el balance se iguala aunque los blancos ganan por 14-16.