Es frecuenta ver a Nemanja Nedovic twittear mostrando su apoyo a la Juventus de Turín. La explicación es que el jugador del Unicaja pasó parte de su infancia en Italia. Su padre, Predrag, fue jugador de balonmano que compitió durante varios años en Italia, antes en Austria. Su hijo, Nemanja, heredó un físico privilegiado que le hizo destacar en varios deportes.
En un reportaje realizado por la Euroliga, Nedovic relata cómo fueron sus inicios en Ascoli, ciudad donde vivía. "El primer deporte fue el balonmano, iba a ver partidos de mi padre, pero también jugué. Primero tuve que ser portero. Mi madre estaba en la grada y vio cómo me golpeó un balón en la cabeza y se acabó el balonmano", bromeaba Nedovic, que relata una curiosa anécdota cuando explica todos los deportes en los que se inició. "Probé el tenis también. Después jugué también al fútbol. Y practiqué natación. El equipo nacional de Italia me ofreció la posibilidad de nadar con ellos, pero justo una semana después probé con el baloncesto y me di cuenta de que era el deporte que iba a amar. Las distancias, el balón, la canasta, desde el principio sentí que era lo mío. Y desde entonces es mi vida".
"Mis padres me permtieron decidir lo que quería y así lo hice. En cada deporte necesitas competir, tienes que tener el deseo de ganar. Desde que era un niño me gustaba ganar, lloraba cuando perdía y tenía fuego competitivo. El baloncesto me enamoró desde el día 1", explica Nedovic. Pudo ser un nadador italiano. Pero ahora es un baloncestista del Unicaja.