El Real Madrid se enfrenta con el Galatasaray, que no conoce la victoria en la presente Euroliga, ante el que se mantiene invicto en los cuatro partidos en los que se midieron con anterioridad, por lo que la confianza puede ser su peor enemigo.La profusión de partidos, será el sexto choque del Madrid en dos semanas, el cansancio acumulado y la falta de recuperación junto a los números favorables ante el Galatasaray es un gran caldo de cultivo para la confianza y, consecuentemente, una autopista hacia el fracaso.
El Madrid y su entrenador, Pablo Laso, lo saben y tratarán de poner remedio ante un equipo que quizá no esté dando la medida real de sus posibilidades pero que tiene una plantilla llena de calidad y centímetros que puede despertar en cualquier momento.
Sin victorias en Europa después de haberse enfrentado en casa a CSKA Moscú (84-109), Estrella Roja (83-85) y Fenerbahce (87-103) y de haber perdido como visitante ante el Maccabi Tel Aviv (98-92), el Galatasaray es el equipo que más puntos recibe en la competición (98.75 de media).
Sin embargo, el equipo de Ergin Ataman ha fichado mucho y bien, manteniendo a tres jugadores clave como Vladimir Micov, Sinan Guler y Blake Schilb y arropándolos con muchos fichajes de calidad como Emir Preldzic, Alex Tyus, Deon Thompson, Tibor Pleiss, Austin Daye y Jon Diebler.
Tras ganar la Eurocopa de la pasada temporada el equipo turco ha fichado mucho y bien, sin mirar la economía, y quizá solo necesita un poco de tiempo para ajustar una maquinaria que se presume eficaz y potente.
En la Liga turca, el Galatasaray sólo ha perdido un partido en cuatro jornadas, como el Fenerbahce y el Darussafaka Dogus y está en el segundo escalón tras Anadolu, Besiktas y Banvit que están invictos.
El Madrid comprobó ante el Tecnyconta Zaragoza lo que puede ocurrir si no entra en la pista con el máximo de energía y concentración. La clasificación actual del Galatasaray puede llamar a engaño y llevar a equivocaciones.
Además, el hecho de que el domingo se juegue el Clásico en Barcelona ayuda a que el partido contra el Galatasary quede como en tierra de nadie, que no se le dé la importancia que tiene y que se pierda una opción de victoria, algo que en la máxima competición europea puede ser muy grave al final, dada la tremenda igualdad que reina.
"Sería estúpido no aceptar que estamos ante un gran equipo", dijo Pablo Laso en las declaraciones de la previa. Esta Euroliga no permite pensar que hay partidos fáciles, sería absurdo", añadió a modo de aviso.