El Valencia firmó un notable 2016 con la Eurocopa como gran borrón
El Valencia Basket ha firmado un notable 2016 en el que en la pasada campaña volvió a alcanzar las semifinales de la Liga ACB, con la temprana eliminación en la Eurocopa como único borrón y en el que en la 2016-17 ha conseguido con solvencia sus dos primeros objetivos.Nacho Herrero
El equipo arrancó el año que ahora acaba inmerso en una inmaculada racha de triunfos que le mantuvo invicto en todo el primer tramo de la temporada, tanto en la competición doméstica como en la europea, con veintiocho triunfos seguidos, lo que supuso la mejor racha de su historia.
Ese registro, sin embargo, se rompió tres semanas después de estrenar 2016. El 19 de enero sufrió ante el Limoges francés su primera derrota de la campaña, que formó parte de su único gran fracaso del año, pues fue sorprendentemente eliminado en la segunda ronda de la Eurocopa.
Nunca el Valencia había caído tan pronto en la segunda competición europea que, además, era su gran objetivo de la campaña pues suponía el único camino para acceder a la Euroliga.
En la ACB, el equipo de Pedro Martínez aún estiró algo más esa magnífica racha y llegó a completar invicto la primera vuelta, algo que sólo el Real Madrid había conseguido hacer antes en una ocasión. En total, fueron dieciocho las victorias seguidas.
Febrero fue un mes especialmente difícil. El día 7 sufrió ante el Baskonia su primera derrota en la ACB, el 10 confirmó su eliminación europea y el 18 cayó en los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Herbalife Gran Canaria.
Las derrotas europeas y la sufrida ante el equipo insular en la Copa enfrentaron dos realidades, la de haber conseguido una histórica racha de victorias con la de haber perdido los partidos decisivos de la campaña.
Esa sensación no se pudo cambiar hasta los cuartos de final de la Liga, en los que quedó emparejado con el Unicaja al caer en el tramo final de la fase regular al tercer puesto de la clasificación. La eliminación de los malagueños por la vía rápida ayudó a cerrar sus heridas.
Su rival en semifinales fue el Real Madrid, que le doblegó sin demasiado esfuerzo en el primer encuentro y con algo más de dificultad en el segundo partido. Pero, el Valencia cambió la cara en la Fonteta y se reconcilió con su mejor versión.
Una canasta de Guillem Vives sobre la bocina le permitió imponerse en el tercer choque y en el cuarto su gran segunda parte forzó un final a cara o cruz que cayó del lado visitante pero que permitió que la afición local volviera a despedir una campaña orgullosa de los suyos.
Acabada la temporada, el Valencia y Pedro Martínez abrieron una negociación que el técnico había pedido aplazar hasta ese momento y no tardaron en llegar a un acuerdo.
El mercado trajo seis incorporaciones pero los movimientos que lo marcaron no fueron los fichajes. La marcha de Justin Hamilton a la NBA, la venta de los derechos de Víctor Claver al Barcelona Lassa en el que fue el traspaso más alto de la historia del club y la negativa a vender al club catalán a Vives fueron las operaciones más destacadas.
De hecho, dos de las incorporaciones más importantes, la de John Bryant y la de Vladimir Jankovic acabaron en fracaso, al ser cortado el primero y cedido el segundo.
La recuperación de Sam Van Rossom tras diez meses lesionado, el gran arranque de Antoine Diot, el inesperado gran rendimiento de Pierre Oriola y la llegada de Viachaslev Kravtsov han permitido al equipo no verse lastrado por esos movimientos y firmar otro notable inicio de campaña.
El Valencia ya ha asegurado la presencia en la Copa del Rey, tiene bien encarrilada su condición de cabeza de serie y también se clasificó para la segunda fase de la Eurocopa, y aunque volver a la Euroliga vuelve a ser su gran objetivo, esta vez el camino más accesible parece estar en la ACB.
