Al Barcelona le quedan siete partidos para reconciliarse con su afición y cerrar la primera parte de la Liga ACB con cierta dignidad, lo más arriba posible y esperando no tener un primer cruce de cuartos que le vuelva a situar en inferioridad.Concluido ya su periplo en la Euroliga, en la que su supo ni ganar el último partido (ya estaba eliminado desde hacia cuatro jornadas), a pesar de haberlo llevado a la prórroga en Estambul ante el Fenerbahçe (68-65), al equipo de Georgios Bartzokas sólo le queda la ACB y mañana tendrá una nueva piedra en el camino, el Tecnyconta Zaragoza (12:30 horas), en posiciones de descenso.
El equipo aragonés se mueve en un grupo de cuatro equipos con ocho victorias cada uno, siendo él el que lo cierra quedando junto al Manresa afincados en las dos posiciones de descenso.
Esta situación del Zaragoza lo hace un oponente muy complicado, y más con el expediente que arrastra el Barcelona este curso, al haberse mostrado como un equipo claramente inconsistente y que no genera ninguna confianza, aunque delante tenga a un rival desahuciado.
Así, al equipo catalán le resta un final de campeonato con partidos de la más diversa índole en que el barcelonismo no tiene claro si su equipo será capaz de enderezar el rumbo, mientras que no contempla otro desastre como que el Barça, a seis victorias del Bilbao (primer equipo que queda fuera de la fase final), no acabe jugando la siguiente ronda.
Esta fase final la tiene bastante asegurada, y que ya podría ser matemática tras el partido de mañana, pero ahora al equipo de Bartzokas, que dirigirá su partido 25 en la ACB (17 victorias y 8 derrotas), le queda tirar lo más arriba posible y salir de las posiciones bajas para no tener en cuartos un cruce con los equipos más en forma del campeonato: Tenerife (líder), Valencia, Madrid y Baskonia.
En la primera vuelta, el Barça se llevó la victoria en Zaragoza (75-86), mientras que la última vez que el equipo zaragozano pescó en el Palau Braugrana fue en la temporada 2010-11, cuando ganó 70-71, en la única victoria del cuadro maño desde que se puso en marcha la ACB.
Para el partido de mañana, el Barcelona sigue arrastrando una plaga de bajas, grupo en el que se sumó hace unos días Brad Oleson, quien ya no jugó en Estambul debido a un esguince en el tobillo derecho que sufrió el pasado sábado en Las Palmas. Su participación mañana es duda.
Tampoco estuvieron en Estambul Faverani (inflamación rodilla derecha), Doellman (lesión en el sóleo), Lawal (lesionado desde agosto, con una rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda, Ribas (desde octubre, con una rotura completa del tendón de Aquiles del pie izquierdo) y Renfroe, este último con permiso del club para viajar a los Estados Unidos.